Todos los mexicanos, simpatizantes o no del presidente Andrés Manuel López Obrador, están invitados a participar en el acto de unidad en defensa de la dignidad de México y en favor de la amistad con el pueblo de Estados Unidos, convocado por el presidente este jueves.

Como presidente, pero sobre todo, como político, López Obrador debe saber cuando utilizar su capital político y movilizar a los millones de simpatizantes y votantes que lo eligieron de forma contundente en las elecciones de julio del año pasado. Y ese momento ha llegado.

Pues bien, digan lo que digan sus detractores, Andrés Manuel es un presidente muy popular. Y no faltarán residentes de Baja California ni de zonas aledañas que se movilicen a esta concentración, que llevará el doble mensaje de amistad y de mostrar el “músculo político” del actual gobierno.

Donald Trump definitivamente no es un tipo brillante, pero tiene dos características que son posibles explotar: respeta la fuerza de sus adversarios (ahí están los casos de Putin y Kim Jong-Un) y sabe leer mejor que muchos los tiempos políticos (así logró derrotar a Hillary Clinton).

Si la concentración de mañana logra ser un éxito masivo, Trump no podrá hacer otra cosa que comenzar a desarrollar un respeto por López Obrador. Y la rama de olivo de amistad que extiende el presidente mexicano a nombre de nuestro pueblo, será una oferta tentadora para un tipo como Donald Trump, que desde tiempos inmemoriales busca hacer "amistades" con personas de poder para conseguir “tratos”, que en este caso le permitirán seguir vendiendo a su base “deplorable” la impresión de que su país está avanzando y siendo grande “otra vez”.

Más importante aún es este acto para nosotros los mexicanos, ya que simbólicamente, en la ciudad que se autoproclamó como el lugar en “donde comienza la patria” (como si las fronteras sur y marítimas no contaran, pero bueno...), el presidente y decenas de miles de mexicanos se reunirán para corroborar que estamos todos juntos en esta difícil situación y que hay con que salir adelante.

Trump no durará en el poder para siempre, pero México habrá para mucho rato.