El proceso venidero para renovar el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, ya comienza a esbozar los posibles escenarios, y una lectura nítida de lo que pudiera llegar a pasar en esos contextos. Sin duda, esto representa un enorme reto al Movimiento Regeneración, y sobre todo hacia el mismo presidente, porque puede consolidar aún más el esquema democrático que ha desempeñado como mandatario Federal; por encima de ello, debe existir la pluralidad, basándose en una dirección que instrumente la organización.

La lógica evidentemente apunta a muchas figuras que tienen un protagonismo en las políticas de López Obrador, pero también como perfiles exponenciales que precisan un arrastre, y sobre todo un liderazgo que favorece un clima de gran influencia para conducir una base de unidad. Es lógico pensar que esta premisa, será la punta del iceberg de una elección que enfatice el mando que requiere el quehacer, de uno de los partidos políticos que está experimentando un éxodo dominante de los distintos sectores.

Como punto de partida, podemos recalcar el umbral que está gestando Mario Delgado, uno de los actores más cercanos al presidente López Obrador; evidentemente, la gestión del coordinador, ha sido indiscutible para la visión que impulsa el itinerario de propuestas desde el legislativo Federal; si examinamos la mirada que posee Delgado como líder de los legisladores, es insoslayable destacar el paulatino crecimiento que ha edificado su perfil, ya que ha conducido con enorme firmeza, un bloque sustancial de diputados de diferentes distritos de la República, y otros que se han sumado como independientes, pero que lógicamente tienen correlación con Morena.

Las principales características que argumentan descifrar la eficaz gestión que ha ejercido Mario Delgado, lo colocan como uno de los favoritos para tomar las riendas de la dirigencia Nacional; este hecho, lo podemos ilustrar en un sinnúmero de definiciones, sin embargo, algunos aspectos que me parecen fundamentales. En primer lugar, el arrastre mediático y social que ha penetrado, no solo por la realización de coordinar un gran número de diputados, sino también por construir simpatías con un bloque notable de Morena, así como el apoyo de la mayoría de los congresistas Federales, y de senadores que han plasmado el respaldo al presidente de la junta de coordinación política de la cámara baja.

Si partimos de esa premisa, nos ayuda a descubrir que Mario Delgado, se perfila como una carta muy fuerte para el CEN.

El pasado domingo, el coordinador de los diputados estuvo en la ciudad de Morelia, gracias a la invitación del diputado Ignacio Campos Equihua, para respaldar el bloque de legisladores que representan al Estado de Michoacán. Ahí, pude constatar que la figura de Mario representa la imagen de un liderazgo que produce esa mezcla de organización y confianza, que se ha convertido en la intuición más dominante hacia un servidor, de las posibilidades reales de llegar como el candidato mayor posicionado.

En este ejercicio legislativo, pude constatar la eficiencia que ha manejado Delgado, como una de los actores más visibles de la cuarta transformación. Ahí mismo, tuve la oportunidad de platicar con el diputado por el distrito de Uruapan, quien me comentó el compromiso que ha tenido el coordinador Mario, para impulsar las principal agenda que estableció en campaña el ahora presidente de la República; el mensaje del Diputado Campos, me hizo reflexionar un hecho considerable que en lo personal, ha hilado la confianza y la enorme popularidad que goza el mandatario Federal.

Estas acciones, evidentemente destacan las modificaciones e iniciativas al marco constitucional; una de las que más fortalecieron ese pronunciamiento, fue el minucioso trabajo para erradicar de raíz el lastre de la corrupción, que había sido uno de los legados del viejo régimen conservador; el proceso de extinción abre las brechas que habían lastimado y vilipendiado a una sociedad que en un sinnúmero de ocasiones, observaba con escepticismo el cinismo de la clase política, por el enriquecimiento a manos llenas del presupuesto que era etiquetado para diferentes programas que en teoría, beneficiarían a millones de mexicanos; eso, era una inexpugnable acción que anhelábamos miles de sectores de la entidad.

“Logramos que por primera vez en la historia, se devuelva con total transparencia al pueblo de México lo que se le ha robado”

Lo anterior, había matizado el naufragio y la intransigencia de la clase política que robusteció a mansalva las frivolidades, excentricidades y derroche de dinero de una camarilla que sinrazón, proliferó la espuria expansiva que dejaron huellas y recuerdos imborrables como el de la casa blanca.

“Nos vemos pronto”