El Covid-19 es la enfermedad que nos hizo modificar toda nuestra estructura de vida. Desde la convivencia laboral y familiar, incluso la visión de nuestro futuro inmediato. El coronavirus desafortunadamente llegó para quedarse y arrebatar la vida de cientos de miles de personas por el mundo.

Dentro de la nueva normalidad, los usuarios de las redes sociales lo han hecho de nuevo con el uso de sus aplicaciones, tanto de Instagram como en Twitter y Facebook, lanzaron el #CubrebocasChallenge en busca de disminuir los contagios y muertes por Covid-19. Esto con la intención de crear conciencia en el uso de esta medida preventiva no farmacéutica, pero con alta probabilidad de reducir la proliferación del virus exportado de China.

No todos han creado conciencia, tanto que la “nueva normalidad”, trajo consigo una serie de complicaciones sociales hasta en la misma reactivación económica, donde un restaurante es clausurado por venta de bebidas embriagantes y otros no. Una empresa considerada no esencial cierra sus puertas al público a las 17 horas, cuando la gente quiere que abran en horario habitual. El coronavirus no solo está matando a los seres humanos, los enfrenta a una nueva normalidad que incomoda en todos los sentidos, poniendo en aprietos la sensibilidad y empatía.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que México es una de las naciones con mayor número de contagios por Covid-19 en el planeta; y en todo el país se sabe que Tamaulipas, ha sido una de las entidades que por su población flotante, está sufriendo la muerte de personas como si fuera un tema de película.

Por tanto, como un asiduo usuario de Twitter, el gobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca, se unió al reto del uso constante del cubrebocas.

“Con nuestra participación, solidaridad y esta sencilla medida, podemos reducir en gran medida los contagios de #COVID19 en #Tamaulipas #ÚneteAlReto”, escribió el mandatario el primero de agosto y rápidamente se comenzaron a sumar comunicadores, empresarios, médicos y enfermeras, activistas sociales y hasta uno que otro político de oposición que entendió que el uso del cubrebocas y el cuidado durante la pandemia, no es un tema de colores partidistas, es un asunto de humanidad, hermandad y unidad.