Guadalupe, Nuevo León, es un semillero de votos. Ganar Guadalupe tiene mucho significado para el PRI porque se retiene a uno de los más importantes municipios del país. En las negociaciones al interior del tricolor se acordó que el actual alcalde, Francisco Cienfuegos, no se reeligiera y que la posición sería para la exalcaldesa, y senadora con licencia, Cristina Díaz.

El PAN en Guadalupe tuvo su oportunidad durante trienios y la desperdiciaron. Desde el 2006 el PRI domina ese municipio metropolitano. Cristina Díaz fue precisamente alcaldesa en ese trienio, hasta 2009, con una gestión buena, a secas.

Después llegó la estridencia inútil de Ivonne Álvarez (quien perdió estrepitosamente la elección a la gubernatura ante Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco). Siguió un César Garza Villarreal como vice-alcalde, su error fue dejar que gobernara Ismael Flores, el eterno líder de la CTM en Nuevo León. Paco Cienfuegos enderezó la administración y le corrigió la plana a César.

El PAN postula a Pedro Garza Treviño, quien también fue alcalde de ese municipio, pero Garza Treviño no levanta porque en Guadalupe este partido es una pésima marca. Si se habla de división albiazul, hay que voltear a ese panismo municipal porque nunca se ponen de acuerdo. La candidata ideal habría sido Judith Díaz, pero las cúpulas del PAN en Nuevo León la hicieron a un lado, ahora Judith busca una senaduría arropada por el PES y Morena, en ese orden.

El periódico El Norte (Reforma en CDMX) da a Cristina una amplia ventaja.

El independiente Daniel Torres no tiene oportunidad, menos otro exalcalde panista, Jesús María Elizondo, quien es postulado por Morena, PTy PES. A escasos días de la elección, sería un milagro que Pedro Garza Treviño remontara. No sucederá.

Guadalupe también tendrá un voto diferenciado porque para la Presidencia de la República los guadalupenses votarán por Andrés Manuel López Obrador y para la alcaldía votarán por Cristina quien tendrá que gobernar y administrar sin el cetemista Ismael Flores o repetir el error de César Garza Villarreal (en Guadalupe ya no votarían por él). Si Cristina Díaz Salazar desea ser una precandidata natural a la gubernatura del 2021 tendrá que desligarse de Ismael o arruinarse políticamente en el intento.