En medio de la grave crisis por la inseguridad que priva en Jalisco, habrá que reconocerle al Gobernador la reacción adecuada que tuvo, ya que sin miramiento alguno ordenó la fulminante remoción del General Daniel Velasco Ramírez, ahora ya ex Secretario de Seguridad en la entidad, determinación que según el comunicado oficial emitido por el propio gobierno estatal fue sugerida por el Gabinete Federal de Seguridad, la que en forma inmediata fue acatada por el mandatario jalisciense.

Al reconocerse la rápida reacción de Alfaro en cesar al ahora ya denostado Militar en retiro, hay que señalar quizá la labor de inteligencia, obviamente a partir de evidencias, realizare la autoridad federal para establecer la presunta inferencia en actividades turbias de los ahora ex funcionarios policiales cesados, siendo necesario exigir que se deslinde la responsabilidad que corresponda y se sancione para que no quede solamente en la separación del cargo.

Sin menoscabo que debe haber una revisión a fondo en el tema de control de confianza al interior de las corporaciones de seguridad en el estado y procurar algún mecanismo que lo haga infalible, es de reconocer la mencionada labor de coordinación, inteligencia y estrategia que se dio en los últimos días entre las autoridades federales de seguridad y las de Jalisco, para remover al general Velasco Ramírez, tras haber sido señalado de presuntos acuerdos y negociaciones con el crimen organizado, dejando además a la entidad inmersa en la crisis de inseguridad más grave de que se tenga memoria en los últimos años.

Los propios integrantes de un cartel habrían sido quienes el pasado 28 de septiembre dejaron en el kilómetro 12 de la carretera a Saltillo, municipio de Zapopan, una cartulina acompañando a cuatro bolsas con restos humanos.

En el escrito se menciona a Antonio de Jesús Guerrero, a quien lo refieren como chofer, así como a tres policías, -entre ellos el General Velasco además de “Balcorta” y “El Jambo”-, de negociar con el Grupo Nuevo Jalisco, pero al mismo tiempo recibir dinero del Cartel Jalisco Nueva Generación.

En el escrito firmado por quien se hace llamar “Comandante Tigre” quien sería miembro de “Grupo: Nuevo”, se habla de traición y de “hacer favorcitos a sus amigos”, se mencionan también amantes, hijos y amenazas de muerte.

Los otros dos uniformados de los que habla serían Balcorta y el Jambo, no dejando de llamar la atención que, junto con el ex titular de Seguridad causaron baja de la Secretaría de Seguridad otros elementos; José Manuel Balcorta Martínez y José Antonio Guerrero García, quienes se desempeñaban como comisario encargado del despacho del secretario de Seguridad Pública, y comisario, de manera respectiva, siendo relevante en el caso de Balcorta el que además de haber sido el funcionario más cercano a Velasco Ramírez, tenía a su cargo el esquema de protección a funcionarios y personalidades merecedoras de esa vigilancia, lo que sin duda era una delicada tarea.

De acuerdo con versiones que circulan entre los uniformados de la dependencia, efectivamente esa oscura relación de los policías habría sido la causa del cese.

Pero por más que resulta evidente la relación del mensaje en la cartulina con las bajas de los mandos policiacos, el titular de la Coordinación Estratégica de Seguridad, Macedonio Tamez Guajardo, el jefe directo del General Daniel Velasco ha rechazado que la sorpresiva “dimisión” del general responda a esos motivos.

"Son coincidencias que en este caso no tienen mayor significación, imaginen ustedes si el Gobierno del Estado empieza a dar crédito a las mantas y mensajes similares, eso no es correcto, se registran".

El ginecólogo de profesión advirtió que, “simplemente se trata de la conclusión de un periodo de transición, de un paso más en la evolución de las instituciones de seguridad del estado de Jalisco".

Otros uniformados que causaron baja de la corporación, aunque se desconoce si tienen alguna relación con los motivos que propiciaron la “renuncia” de sus compañeros son Rafael Solís Pérez, comisario en jefe de la Coordinación General de Planeación Operativa, y Jorge Manuel Valdéz Sánchez, comisario preventivo.

En un escueto comunicado de prensa, el gobierno de Jalisco informó la baja de los uniformados y se menciona a Juan Bosco Agustín Pacheco, ex director de la Policía de Guadalajara, como quien ha sido designado por el Gobernador para entrar al relevo en la dependencia y se refiere este “ajuste se hizo en consenso con integrantes del Gabinete de Seguridad Federal”.

Y así como ha sido oportuna y acertada en este caso la intervención de las autoridades federales y estatales de seguridad, lo procedente es que se abran investigaciones y castigos ejemplares de comprobarse la relación de los uniformados con los carteles del crimen organizado.

De igual forma, se debe proceder de una vez por todas a revisar y tomar acciones con respecto al coordinador de seguridad estratégica Macedonio Tamez Guajardo que, como he venido mencionando, es el responsable directo de los altos niveles de inseguridad que privan en la entidad; alguien debe responder por esa terrible estadística que nos habla que en promedio se denuncian 14 desaparecidos por día tan solo en la Zona Metropolitana de Guadalajara, las múltiples fosas clandestinas, los cuerpos descuartizados y embolsados que se encuentran un día sí y otro también por todo territorio jaliscienses, y los delitos por daño patrimonial que mantienen asolados a los ciudadanos.

Es evidente que al igual que ocurre en el área de la Salud, en el tema de seguridad alguien le está mintiendo y ocultando cifras, estadísticas y la película completa al gobernador y ese no puede ser otro que Macedonio Tamez, quien es preciso deje el cargo por el bien de los jaliscienses porque ante su incapacidad, falta de estrategia y experiencia, no se le puede sostener como titular del cargo más importante en lo que a seguridad en la entidad se refiere.

Es el momento oportuno para que el gobernador de un golpe de timón a la espera que, aprovechando la coyuntura, restructure y haga llegar a los mejores perfiles en las diversas áreas de la estructura de combate a la inseguridad, que coloque en ese sitio a profesionales que verdaderamente conozcan, y cuenten con las credenciales, la capacidad y las destrezas para desempeñar esa alta función por el bien de Jalisco y los jaliscienses, quienes han sido engañados y traicionados por personajes sin escrúpulos. Quienes sean designados para entrar al relevo en busca de la eficacia en la acción anticrimen deben gozar de la conjunción en cuanto a solvencia moral y aptitud comprobadas.