Pareciera que la generación actual de humanos se acostumbró más a aprender que a entender, y esto ocurre con el tema del combate a las drogas, lo que hay que entender, es que es todo un sistema conformado por productores, vendedores, distribuidores, publicistas y consumidores.

Desde que yo me acuerdo y escuchaba hablar sobre Caro Quintero y la DEA, y hasta ahora con el tema de El Chapo, el mecanismo de control de este sistema llamado combate a las drogas se enfocó primordialmente en acabar casi exclusivamente con los vendedores, sin entender, que mientras el eslabón último del sistema, los consumidores, sigan comprándolas, jamás se terminaría.

Entendiendo esto, el secreto para combatir efectivamente este sistema no está en legalizar las drogas para su venta libre, el secreto está en lograr que los consumidores dejen de comprarlas, esto en su momento fue un intento fallido con la ley seca impuesta en Estados Unidos en 1919.

Lo que hay que entender en el combate a las drogas es que la mayoría de los consumidores son jóvenes, y siempre se les ha podido influenciar con una simple receta: Liderazgo+Idealismo+Sensatez… receta que durante toda la Historia  la han utilizado grandes personajes para influenciar a la Humanidad y cambiar su Destino, y que no se utilizó durante la ley seca,  incluyendo a Moisés, el libertador del Pueblo de Israel, al Rey David, uno de los políticos más influyentes que ha existido, a Alejandro Magno, a Napoleón Bonaparte, al General José María Morelos y Pavón y a Winston Churchill por mencionar a los principales, cada uno a su manera, pero siempre con la misma receta encaminada a afianzar los valores humanos.