“La tragedia del hombre moderno no es que sabe cada vez menos sobre el sentido de su propia vida, sino que se preocupa cada vez menos por ello”

Václav Havel<br>

No todo lo moderno es bueno ni mejor.

Producto de nuestro tiempo han surgido los códigos QR, o “código de respuesta rápida” que no es otra cosa que una evolución del código de barras que se emplea en el comercio para identificar productos.

¿Qué es seguro? ¡Claro!, siempre y cuando se aplique en entornos controlados y cerrados (ojo con el cerrados), pero cuando lo masificas corres el riesgo de que pueda ser robado y duplicado, o de que la herramienta sea mal utilizada.

Leo que en San Luis las autoridades de Salud aseguran que utilizando códigos QR evitarán influyentismo en la primera etapa de vacunación al entregarlos a los interesados, tras un acuerdo tomado en el seno de la Conferencia Nacional de Gobernadores.

Y me pregunto: ¿y quién entrega y cómo entrega?

Fácil y sencillo, si el influyente tiene acceso a quien reparte los códigos lo tendrá y así digan misa, prevalecerá la insana práctica de adelantarse en la fila, evitarse problemas y ser el gandalla más gandalla.

Código QR: ¿Y los que no tienen teléfono inteligente?

Hace unos días acudí al banco, cosa que la verdad evito al máximo y ahora salieron con la mafufada de que para entrar tienes que escanear afuera un código QR que te da el turno para ser atendido. ¿Y qué pasa con quienes no tienen un teléfono inteligente?

La moderna solución de Banorte es mil veces peor que todos los nuevos sistemas aplicados para evitar la aglomeración. Llegó un momento en el que el interior de la sucursal estaba “hasta las trancas” y afuera había un montón de gente sin hacer fila, ni guardar la sana distancia.

O sea que el código QR no funcionó para maldita la cosa.

El problema es que juegan a aparentar que son modernos y también que son decentes, pero ni lo uno, ni lo otro, porque a final de cuentas no resuelven los problemas y terminan decidiendo por otros criterios distintos quién pasa primero y quién lo hace después.

¡Ah, pero eso sí, son bien modernos! Y también muy tontos.

ftijerin@rtvnews.com