Contribuye en mayor medida su producción en granjas apostadas en los litorales del país (existen 1 mil 500 en producción total) más que cualquier otra especie marina y va punteando para en el corto plazo, contribuir en mayor escala a la economía nacional por encima de la carne de res, aves de corral y cerdo.

221 mil 695 toneladas de camarón se colectan anualmente (¡Cinco mil millones de pesos!).

Y mire además: el 60% de esta cantidad es obtenida por la producción en masa. Es decir, cultivado en granjas.

De esa importancia, la academia impone especial interés en mantener cuidados extremos en la conservación y sustentabilidad de esta especie.

Así, la Universidad Autónoma de Tamaulipas promueve en su entorno un control estricto de las enfermedades que atacan a este crustáceo, mediante el uso de probióticos y otras bacterias en la llamada “Camaronicultura”.

La selección genética, nutrición y buen uso de probióticos, garantizan en las granjas camaroneras la productividad y desarrollo que impulsa al sector.

LO OSCURO. Para aquellos que son servidores públicos en ejercicio (valga la obviedad) la definición más austera de corrupción sería (sic) “Acto desviado –con fines económicos o no- ocasionado por la acción u omisión de los deberes institucionales de quien debía realizarlos. Y en su lugar los retarda, impide o dificulta”. Punto.

Hay más criterios que definen el hacer uso de las funciones para el bien particular; pero nos referimos al párrafo anterior por razones concretas.

El primer renglón definitorio de corrupción en la burocracia es el de “aceptar un encargo para el que se sabe no estar preparado”.

Hoy nos referimos al doctor Alfonso Durazo Montaño. Hasta hace pocos días, secretario de seguridad y protección ciudadana.

Ex diputado, senador, secretario particular de Fox, de Colosio; ex PRI, PAN, PRD y hoy MORENA.

Tal parece que sus méritos políticos le dan las tablas para aspirar sin recato a la gubernatura de su natal estado de Sonora.

Es también recordado por su frontal distanciamiento de la pareja Fox-Sahagún, donde en una carta de renuncia púbica acusaba a su jefe (el presidente Fox) de una sucesión adelantada en la persona de la Primera Dama.

Ya entendimos también que el doctor no tiene empacho en portar cualquier color por seguir sus aspiraciones y obtener el éxito que merece.

Sin embargo, la ética en política –que eventualmente es letra muerta en el país- establece criterios mediante los cuales, encargos de la naturaleza que hasta la semana pasada encabezaba, le obligaban a tomar con seriedad y real compromiso la tarea de velar por la endeble partitura de protección a los mexicanos, en la tarea de salvaguardar la integridad de estos; juramentada como secretario de la institución máxima que posee el gobierno en turno.

Y por ambiciones personales de buenas a primeras argumenta un ‘ahí se ven’ dejando un barco a medio remar en medio de la catarsis que seguramente cree el doctor, está tan resuelta como los números de Gatell en materia de CORONAVIRUS.

La primera razón que combate la corrupción es no tomar un encargo para el que no se está preparado.

La segunda, es no ser chapulín por ambiciones personales que obstaculicen el desarrollo del encargo que ya no le llena.

Pobre México –decía don Porfirio- siempre los mismos políticos, en distintos puestos. No importan los ideales partidarios… nada nuevo bajo el sol.

P.D. El inminente candidato declaró hace tiempo que para acabar con la inseguridad en el país, era necesario impulsar el combate a la corrupción y la capacitación policial.

Dependerá mucho saber qué entiende el doc por corrupción.

COLOFÓN: ¿Méritos? Si Cuau es gober…

alejandrodeanda@hotmail.com