Yo en mi hamaca y el mundo alarmado, preocupado y en algunos países hasta ocupados en evitar y, en su caso, combatir la amenaza que representa para la salud y la vida, el virus denominado “corona”, cuyo brote original se localiza en la ciudad de Wuhan, China. Murciélagos y serpientes son las posibles fuentes generadoras de dicho virus, bichos de por sí repelentes aunque sabrosos al ojo y paladar de los chinos. Yo, paso.

Hasta donde sabemos por las noticias que nos llegan (y asustan) como un tsunami, las personas fallecidas por esta causa son menos de 200. Lamentamos profundamente que eso suceda y queremos que no hubiera ocurrido ni un solo deceso. Bregamos por la vida.

Sin embargo, en el caso de México conviene dimensionar dicha incipiente epidemia china porque está funcionando como pantalla o como distractor de otra epidemia, esta sí declarada y trágica, que afecta a nuestro país y cuya difusión ha sido limitada y casi ignorada al coincidir con el virus corona, se trata de los muertos caídos por la ola de violencia, que peor que la peste, azota a nuestra nación: ¡se registran más de 30,000 muertes en los últimos 12 meses! O sea, 150 veces más muertos por la epidemia mexicana que por la China. Claro, la China corre el riesgo de potenciarse mundialmente, mientras la mexicana no pasa del Río Bravo aunque tal vez se extienda sobre el Suchiate. Sería lamentable.

La cuestión de fondo es que al parecer nos estamos acostumbrando a vivir en un pueblo bárbaro, con gente buena rodeada de actos criminales, gente que se ha hecho inmune al dolor que nos asedia, indolentes ante las noticias que nos advierten que mueren violentamente 80 personas cada día, hechos que se combaten desde la más alta tribuna del país, cada mañana, con abrazos, no balazos. Ojalá.

Se sabe que las bandas organizadas cooptan a funcionarios, empresarios, etc. “Invitándolos” a realizar acciones a su favor, con la amable propuesta de que escojan la forma de remunerar sus servicios; plomo o plata. Creo que ahora, al ver que a todo nivel de ciudadano, nos asusta más el virus corona que las balas que surcan nuestras vidas, la nueva oferta será: ¡plata o virus! ¿Puede ser?

 

RENDIJAS

  • México Bárbaro de John Kenneth Turner, ¿otra vez?

  • México quiere paz, trabajo y salud. ¿Es mucho para la 4T? Hasta ahora parece que sí.

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Queretaro, Qro., enero 31, 2020