La ambición de Félix Salgado Macedonio

Tal niño berrinchudo, pareciera que no hay otra respuesta correcta más que la que él quiere escuchar. Así hemos estado secuestrados política y mediáticamente por la ambición de un hombre, que sabe que su única oportunidad para llegar al poder es al amparo del presente sexenio.

Félix Salgado Macedonio escuchó detenidamente la sesión del día martes en la cuál la mayoría de los consejeros del INE, reiteraron la sanción de retirarle su registro como candidato a la gubernatura de Guerrero.

La respuesta fue la esperada, impugnarán la decisión… otra vez. Y es que la sanción de ayer, era la respuesta a la primer impugnación que presentó el ex senador guerrerense, es decir, ahora va a impugnar el resultado de su primera impugnación.

Apenas la semana pasada, el TEPJF resolvió regresar al INE el caso, para que fuera este Instituto, quién finalmente definiera la sanción a Félix Salgado Macedonio. Este organismo hizo lo propio el día martes, pero pues como no gustó, ahora van a regresar el caso al Tribunal nuevamente.

No importa si el TEPJF ya definió que sí hubo una violación a la ley electoral por parte del morenista. Lo que importa es que se haga su voluntad, y de cuates, le levanten el castigo por esta ocasión.

Algunas voces apostaban a que en vista de lo ocurrido, y de lo complicada que se estaba volviendo la situación para Morena; se decidiría finalmente enviar a un candidato “Juanito”, que solo cumpliera su propósito de llenar el hueco en la boleta, para que una vez electo, designara a Félix Salgado Macedonio como Secretario de Gobierno y prácticamente gobernador en funciones de aquella entidad.

Con lo anterior, Félix Salgado Macedonio podría aspirar a ejercer su poder durante la siguiente administración estatal, pero además, por ley, podría competir para ahora sí ser formalmente gobernador en la elección de 2027.

La propuesta podría sonar tentadora para cualquiera, pero no para Salgado Macedonio, quien sabe que hoy esta vigente solamente por su cercanía con el presidente, y que una eventual candidatura en el 2027, estaría sujeta al visto bueno de quien ocupe la silla presidencial en ese entonces, y no de su amigo.

Y es que el desgaste que esta ocasionando su capricho, le esta cobrando factura al morenismo en todo el país; por lo que los grupos de poder que se disputan el 2024, no están muy contentos con este guerrerense, al que seguramente le darán la espalda en cuando este proceso termine y el panorama de la sucesión presidencial se defina. Finalmente, nadie quiere estar ligado a una persona con el historial, reputación, y formas de un cobarde bravucón.

Por otro lado, quien exhibió su impotencia ante el cúmulo de problemas que tiene encima fue el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles; quien fue exhibido en un video en donde empuja a un maestro que realizaba una pacífica protesta ante la situación de inseguridad que se vive en su entidad.

Así debe de andar de presionado quien se sabe con sus horas contadas. De por sí, perder el poder debe ser muy difícil, pero hacerlo en un escenario en donde los problemas de su entidad se desbordan, al mismo tiempo en el que ninguno de los candidatos a sucederlo es realmente cercano a él, debe ser aún más difícil.

Pobre Silvano, si así tiene de delgada ya la piel, no me quiero imaginar cómo es que le dolerá la vacuna que requiere su entidad.