Tal parece que el proceso que enfrenta el gobernador Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, ante el Congreso no le quita ni el hambre, ni la sed y menos el sueño.

Lo digo por el faraónico evento que tuvo ayer para anunciar “la licitación” para la construcción de lo que podría ser la única obra del sexenio, la Presa Libertad en Montemorelos, Nuevo León.

Pero el mismo Bronco se contradijo en el evento:  

“Somos el único estado del país que tiene las 24 horas los 365 días del año el agua en casa, eso es lo grandioso”.

Si es así ¿para qué necesitamos otra presa si ya tenemos el abasto de agua?

Ahora que anunció que habrá para la obra una inversión de 5 mil 129 millones de pesos… Pero Nuevo León recibió en la primer quincena de abril pasado solamente 386 millones de pesos de parte de la federación, etiquetados para la dichosa obra y prometieron que en este segundo semestre los recursos llegarían a 750 millones para arrancar la obra de sus sueños… Que concluiría en el 2021, al final del mandato de Jaime.

Esto que sigue le puede doler a Jaime: las coincidencias que existen entre su administración y la federal.

Gobiernos coincidentes en políticas más que de austeridad parecieran que recaen en medidas populistas, caprichosas y de gustos tradicionalistas.

Así se asemejan los mandatos de El Bronco y el del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Ambos en su arranque de gobierno tiraron por la borda los proyectos de administraciones anteriores, sin importarles los miles de millones de pesos, recursos del pueblo ya invertidos y desperdiciados.

Sendos proyectos, más bien obras ya en marcha para imponer sus ideas, sus intereses sus caprichos históricos.

El Bronco, volviendo al tema del agua, canceló por sus pistolas lo que ya era todo un Plan Hidráulico serio para abastecer al área Metropolitana de Monterrey de agua suficiente para sus más de 5 millones de habitantes.

El presidente López le dio en la torre al Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México que ya se construía en lo terrenos del Lago de Texcoco.

Con diferencia de un día, el gobernador de Nuevo León anunció el arranque de la Presa Libertad, obra que viene a sustituir el Monterrey VI.

Hoy el presidente López Obrador hizo lo mismo con su Aeropuerto Santa Lucía.

¿Gobiernos coincidentes? ¿Igualdad de voluntades de antiguos rivales? ¿O estrecha relación?

En el caso de la Presa Libertad, los que saben del tema hidráulico dicen que ni siquiera se cuenta con el permiso y factibilidad de Conagua… Ah, pero eso sí, el director de Agua y Drenaje de Monterrey, Gerardo Garza González, ya anunció que en apoyo a los afectados, los campesinos desalojados de sus tierras, se les construirá un fraccionamiento con todos los servicios, entre los límites de los ejidos Cañas y El Alto.

Otro pingüe negocio para constructoras.

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