La semana pasada, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), presentó el reporte de una investigación denominada: "Cambios y tendencias del aprendizaje en México: 2000-2015" (primera edición, 2017, 179 pp.), a cargo de Eduardo Backhoff Escudero, Ramsés Vázquez-Lira, Sofía Contreras Roldán, Jonathan Azael Caballero-Meneses y José Gustavo Rodríguez Jiménez; que es un estudio analítico sobre los resultados de las evaluaciones de los aprendizajes escolares aplicadas en México, durante el periodo mencionado (específicamente en Lenguaje y Comunicación, y Matemáticas), a estudiantes de Educación Primaria, Secundaria y Media superior.

En la Introducción del documento, los autores señalan lo siguiente: "La información que se presenta en este texto tiene una triple intención. Por un lado, realizar un diagnóstico del país y de cada una de sus entidades federativas sobre los cambios y las tendencias en el aprendizaje de los estudiantes en los últimos años (2000-2015), en dos dominios curriculares básicos: Lenguaje y Matemáticas. Este diagnóstico debe realizarse con información contextual que ayude a explicar las razones por las cuales el país y en especial cada estado han tenido un comportamiento particular en los distintos grados y asignaturas evaluados que apuntan a la mejora, el estancamiento o el retroceso de los aprendizajes. Por otro lado, una vez realizado este diagnóstico contextualizado, se pretende que las autoridades educativas federales y locales diseñen e implementen políticas y programas educativos que ayuden a los estados a mantener las tendencias positivas de aprendizaje, a incrementar las tendencias de aquellas entidades que se han estancado y a revertir las tendencias negativas en las que han mostrado un deterioro o un retroceso en el logro educativo de sus estudiantes. Finalmente, la información que aquí se presenta debe utilizarse como línea base para observar los cambios en las tendencias de aprendizaje futuras, producto de las políticas y los programas implementados. Dependiendo de la magnitud y el sentido de estos cambios se tendrán evidencias empíricas para continuarlas o modificarlas." (p. 8)

Por otro lado, es evidente que las investigaciones sistemáticas y consistentes sobre la evaluación de los aprendizajes escolares, de estudiantes de educación básica y media superior, requieren de precisiones metodológicas inherentes al campo de estudio. Al respecto, los colaboradores del INEE indican que: "En las evaluaciones estandarizadas, por lo general, se esperaría que las puntuaciones promedio de un país o de un estado fueran relativamente estables de un año a otro, puesto que el logro educativo de los estudiantes es el producto de lo que éstos aprenden dentro y fuera del contexto escolar, que no cambia en un periodo corto. Cuando se observan cambios abruptos en los resultados de logro es muy probable que se deban a imprecisiones de los instrumentos de evaluación, a los procedimientos de aplicación y calificación o a los métodos de muestreo, más que a reformas o programas educativos. Sin embargo, en la mayoría de los casos se espera que haya pequeñas fluctuaciones entre una medición y otra y que, a lo largo de los años, se puedan observar tendencias positivas hacia la mejora de los resultados de aprendizaje (puntuaciones más altas). También puede ocurrir que no se observen cambios, o bien que las tendencias sean negativas (puntuaciones más bajas). Por lo anterior, una sola puntuación en el tiempo (de un país o de una entidad federativa) es una medida limitada, que puede fluctuar de un año a otro. Dos puntuaciones en periodos diferentes mejoran la precisión de la evaluación, ya que podremos suponer que una puntuación más aproximada a la realidad se encuentra entre ambas medidas. Con tres o más puntuaciones se puede calcular la tendencia de los resultados de aprendizaje y saber si ésta apunta o no hacia la mejora y cuál es la magnitud de cambio entre un periodo de evaluación y otro. Sobra decir que cuantas más puntuaciones se tengan mayor será la exactitud y la precisión de las tendencias de aprendizaje de un país y, en su caso, de sus regiones geográficas."  Y agregan en sus conclusiones: "Una evaluación nacional también se concibe como una forma de suministrar información para quienes elaboran planes de estudios, los autores de los libros de texto, los formadores de docentes y el público en general. En este sentido, una evaluación debe brindar más que información; luego de la difusión, debe convertirse en un instrumento para diseñar programas y políticas educativas."

Resumen de los hallazgos

"De las 256 posibilidades de observar cambios en los aprendizajes en las entidades federativas, en 52 de ellos (20%) se presentaron cambios positivos, en nueve (4%) negativos y en 195 (76%) no se observaron cambios estadísticamente significativos. Los estados que presentaron únicamente cambios positivos en cualquiera de las dos asignaturas (Lenguaje y Comunicación, y Matemáticas), fueron Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, México, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Por el contrario, el que presentó sólo tendencias negativas fue Morelos. Las entidades que presentaron tendencias mixtas (positivas y negativas) fueron Baja California, Campeche, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. Finalmente, las entidades federativas en donde no se presentó ningún tipo de cambio fueron Baja California Sur, Ciudad de México, Colima, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas." (p. 159)

Reflexión

No cabe duda que las investigaciones sobre la evaluación de los aprendizajes escolares en nuestro país, son bienvenidas, sobre todo si éstas son desarrolladas con criterios metodológicos rigurosos y a partir de bases teóricas sostenibles. Para el caso del estudio que nos ocupa, observo que tanto el planteamiento, como el desarrollo y las conclusiones de la investigación reportada, se apegan a dichos criterios, sin embargo, los investigadores del INEE habrán de reconocer que apenas, con la información disponible, se puede comprender, acaso, la evolución de una parte de los aprendizajes escolares, porque en ésta sólo se evalúa a los campos de Lenguaje y Comunicación (comprensión de lectura) y Matemáticas. Digo que sólo una parte, porque en este tipo de investigaciones, quedan fuera los cambios sucedidos en otros campos o dominios de aprendizaje (para usar la vieja terminología de Benajamin Bloom), en conocimientos, habilidades y actitudes o valores relevantes en el desarrollo educativo de los niños, niñas y jóvenes en la escuela: ¿Qué sabemos, por ejemplo, acerca de la evolución de los aprendizajes escolares en educación física? ¿Qué hay sobre la educación artística escolar? ¿Qué hay en torno a los saberes para la convivencia y la socialización o sobre el desarrollo psicoemocional?

Entiendo que el INEE hace un esfuerzo académico considerable para dar cuenta de lo ocurrido con los aprendizajes escolares, aun cuando sea sólo en dos campos claves, debido a las limitaciones de la información disponible; por lo mismo, pienso que no hay que dejar de valorar el hecho que sea publicado un reporte como éstos, y claro está, también por su contenido. Pero también en su estudio, el INEE tendría que reconocer que hay mucho todavía por investigar acerca de lo que "generan" las escuelas mexicanas a o en sus estudiantes, en términos de "todos" los campos de aprendizajes, más allá de los estudios sobre el Lenguaje, la Comunicación y las Matemáticas, para ser congruentes, entre otras razones, con el criterio de una "educación integral".

Propongo, por lo tanto, ponderar la posibilidad de abrir nuevas líneas de investigación donde se aborden los métodos y los conceptos más extendidos o específicos acerca de la evolución de los aprendizajes en ámbitos como el desarrollo físico, artístico, social y psicoemocional de nuestros alumnos de educación obligatoria (desde educación preescolar hasta media superior).

En otra parte del reporte, el INEE aclara lo siguiente: "Puesto que el objetivo de mayor importancia que tienen las evaluaciones de aprendizaje de gran escala es informar a los tomadores de decisiones sobre los niveles del logro que alcanzan los estudiantes, este trabajo tiene el propósito de informar a las autoridades educativas federales y a las 32 autoridades educativas locales, así como a especialistas en la materia, sobre los cambios que ha tenido el país y cada una de sus entidades federativas en materia de logro educativo, a través del tiempo. Un segundo objetivo es mostrar a los lectores, por un lado, las variaciones que tienen los resultados de aprendizaje y las limitaciones de interpretar una sola puntuación, que en el mejor de los casos nos da una “fotografía instantánea” del aprendizaje logrado, que puede ser menos informativa; por otro lado, también se busca mostrar las ventajas de interpretar una serie de puntuaciones en el tiempo, que nos puede ofrecer una “película más clara” del logro de los estudiantes en un periodo determinado.", esto es lo que señala el INEE en alusión a las bondades que nos ofrece la investigación del tipo "series de tiempo", en este ámbito particular de la evaluación de los aprendizajes escolares (p. 8).

Pienso que conviene que tanto la comunidad académica como el público en general lean con detenimiento el reporte motivo de este comentario, para que cada quien forme su criterio acerca de la evolución de (algunos) de los aprendizajes escolares, ocurrida en el sistema educativo de México durante el periodo 2000-2015.

Fuente consultada:

http://www.inee.edu.mx/index.php/publicaciones-micrositio

jcmqro3@yahoo.com