Desde las parafernalias del poder conocían perfectamente el potencial de Andrés Manuel López Obrador en sus inicios de su natal Tabasco.

A partir de esas fechas nos advirtió los propósitos perversos del sistema de oposición, sobre todo cuando se analizó que, desde la cúpula del poder, había planes de privatización de empresas paraestatales y transaccionales. Esa misma historia ratificó la visión del ahora presidente: cientos de compañías nacionales pasaron a manos de la iniciativa privada.

Seguramente en muchas de las ocasiones fuimos testigos que la misma prensa Nacional con amplia cobertura mediática del país, retó al propio López Obrador a debatir; a pesar de que se utilizó una estrategia de golpeteo duro hacia el tabasqueño, describió un sólido esquema de principios y fiel a su estilo, arremetió contra el bloque neoliberal al que bautizó como la mafia del poder.

Se cumplió la hecatombe que insistió tanto Andrés Manuel López Obrador: una minoría rapaz desde la esfera del poder público desmanteló la economía y endeudó más al país.

Lo señalaron con un “porro” de la universidad, incluso, fue comparado con Hugo Chávez en Venezuela. Quienes poseían los mecanismos de la comunicación y sometían a los partidos políticos para emprender campañas de desprestigio hacia el mismo López Obrador. Después de que canalizó un éxodo importante de simpatizantes, el propio Vicente Fox en un acto perverso quiso meterle zancadilla y dejarlo sin facultades políticas para competir en una intentona de desafuero.

Ese ejercicio además de no prosperar, estuvo envuelto por el propio fraude electoral que perpetró el fraudulento episodio que le robó la elección. Acusó de malas prácticas desde el gobierno; tuvo razón: miles de anomalías, robo de urnas, votaciones infladas, conteo de actas y un escrutinio oscuro sepultó el triunfo legítimo de López Obrador. Asimismo, hubo una operación de priistas y líderes sindicales como el caso de la maestra Elba Esther Gordillo que, bajo la consigna de sumar adeptos, influyó con sus bases magisteriales en varios puntos del país.

¡Tuviste razón Andrés Manuel, el PRIAN se existió siempre!

A partir de la llegada de Carlos Salinas de Gortari, el PAN legitimó más allá de lo cuestionable y en medio de un clima de desaseo y la caída del sistema, su triunfo. Ese archivo histórico permitió descifrar la sociedad que nación de un bipartidismo político; ese mismo dominio, militó desde el recinto del poder legislativo donde negociaron reformas, pactos, modificaciones y una serie de componendas que en su momento señaló López Obrador. PRI y PAN lo negó. PRD acusó, cuando aún tenían dignidad de crítica.

Después surgió el Pacto por México y se ratificó el amasiato. Ambas formaciones sellaron un acuerdo para impulsar las reformas estructurales que propuso Peña Nieto. Al final, todos conocemos el desenlace clientelar que actualmente saltó a la luz: corrupción, cuotas, nepotismo, gasolinazos y una serie de episodios deshonrosos y fraudulentos. De la misma forma el ahora presidente Obrador, puso en alerta la intención de esa cofradía.

El mismo pueblo lo reconoce.

Siempre ha tenido razón López Obrador. Por ello, es sin duda el político más importante del país en estos momentos; además, él más influyente porque sigue conservando su altísimo poder de convocatoria. Su atractivo programa de Nación se ha convertido en una propuesta viable para los sectores vulnerables del territorio.

Esas cualidades, son las mismas capacidades que lo llevaron a olfatear y tener una lectura clara de los hechos a priori. Siempre manifestó honestidad y transparencia. De hecho lo sigue haciendo. Nunca miente. Su carrera está repleta de convicciones y luchas solidarias con el pueblo de México. Acompañó por años esas causas. Sabe de las necesidades.

Con esa razón, anticipó el plan maquiavelismo de coalición de la derecha en las elecciones. Visualizó la derrota y comentó que, el perredismo, se quedaría en el puro cascaron. Sin identidad, sin principios, sin cuadros, ni muchos menos doctrina.

Atinó. Su capacidad es inmensa, producto del aprendizaje de años. En una gente del pueblo.

El PRIAN si existe. Ahora tiene un nuevo social de lo que quedó del Sol Azteca.

Ah, también la mafia del poder existe. En esa organización de políticos corruptos destacó un sinfín de actores que ahora enfrentan cargos por hechos de desfalco.