Se tiene ya lista en la agenda legislativa federal la despenalización para el uso recreativo de la mariguana, y eso después muchos años ya de titubear, de lanzar las intenciones de la iniciativa o incluso darle reversa, como lo hizo el presidente Peña Nieto, con la muy poco inteligente asesoría con el argumento de que el PRI por esa razón había perdido (sucumbido) en la elecciones de 2016, donde el tricolor, al mando de Beltrones, perdió la mayoría de esas contiendas; no quisieron darse cuenta que esos descalabros fueron, fundamentalmente, por los monstruos en los que se habían convertido los gobernadores de los estados, esto a raíz (no sobra recordar) de que Vicente Fox cuando presidente, cedió a todos los chantajes de estos, convirtiéndolos en auténticos "Imelda Marcos", de las Filipinas, versión mexicana.

En cuanto al tema del aborto, resulta de escándalo el hecho de que en algunos estados de la república aun este en sus códigos penales, o el que en Hidalgo, por ejemplo, el congreso local haya votado en contra de su despenalización. Veamos, en cuanto al primer tema, solo en un país de estúpidos, hay tanta gente que se pueda escandalizar por el uso de la cannabis para el uso que quien la adquiera mejor convenga o le dé la gana, estudios sobran de que, no solo NO es algo demoniaco, como nuestra hipócrita parte de la sociedad (influida aun por resabios ultracatólicos) sino que tiene sobradas propiedades medicinales, tiene la impresión, es más, la despenalización de la mariguana no va a resolver más que pequeños problemas, como el hecho de que saldrían libres personas (sin recursos todos, o sea, gente muy pobre) que llevan algunos, años en prisión por el simple hecho de habérseles encontrado un "churro" en sus mochilas, o que sea un primer mini pasito para dar el enfoque correcto al problema de las adicciones en México, que no es ni siquiera un problema, si se le compara con nuestros vecinos del norte, o con España, por ejemplo; despenalizar la mayoría de las drogas, y redireccionar los millonarios recursos y además, estériles, sino muchas veces contraproducentes, como los destinados a las fuerzas del orden y todo nuestro sistema de procuración y administración de justicia; recursos, que en la perspectiva correcta, deben ser encaminados hacia la prevención (con campañas masivas de información, como ya se empieza a hacer a nivel federal), pero también, en el caso de los que caigan en adicciones, con centros de rehabilitación profesionales, sufragados por el Estado. Todo esto no se ve cercano, porque incluso el presidente tiene algo arraigadas sus reservas en dichos temas, pero su pragmatismo intuitivo y a veces genial, podría ser muy útil en menos tiempo. Un ejemplo del surrealismo mexicano, en estos menesteres nada más, es que en todas las tiendas de conveniencia (llámese seven-eleven, oxxo, cicle-k, y tantas más, incluidos los supermercados y hasta las misceláneas independientes de la esquina), se vende una especie de "chinicuil", o sea aguardiente, o alcohol de la más baja calidad, que no es más que veneno, a razón de unos 15 o 20 pesos el litro, más una lista grande de licores de todo tipo y de más que pésima calaña, que lo único que hacen es cocer el hígado y otros órganos de sus consumidores, nublar su razón, provocando innumerables muertes por accidentes de tránsito, delitos de todo tipo, asesinatos incluidos, obviamente, a todo eso sumémosle la venta de los cigarros de tabaco, que por más impuestos que se le pongan no logran frenar del todo su consumo, y tampoco compensar todo lo que el sistema de salud gasta en los que ya cayeron en el desastre de su falso embrujo.

Volviendo al tan polémico tópico de la interrupción de embarazo, es demencial eso de las campañas de "sí a la vida", que no es más que CARCEL a las pobres mujeres que toman esa decisión. ¿Desean estas gentes MOCHAS más niños abajo de los puentes, jovencitos carne de cañón para los grupos criminales, y chamacos que padezcan hambre y todo tipo de carencias y que sin más oportunidades ni opciones recurran a la puerta falsa del suicidio? Todo lo anteriormente enunciado, más (por ejemplo) la mezquindad de los que no quieren ver a su país ir saliendo de los oprobiosos niveles de corrupción en los que hemos caído, sobre todo, desde el año 2000 al 2018, son algunos de los lastres con los que carga el progresismo en México, y que pueden hacer que haya similitudes (que cosa TAN grave) entre la 4-T y el Partido Acción Nacional, que tantas y tantas desgracias y pestes vino a traer a nuestro país, y a nuestra tan tortuosa y aún inacabada transición democrática.