El principal argumento que dan los que se oponen a la cancelación del aeropuerto en Texcoco es el de que “cancelar grandes obras genera incertidumbre en mercados e inversionistas”. Esto es, argumentan, con la cancelación México "pierde seriedad" como destino de inversión.

Por esa razón, dicen “mercados e inversionistas”, lo que viene para México si se cancela el NAIM en Texcoco es el desastre económico.

No les creo. Ha habido antes grandes proyectos cancelados y nadie se ha escandalizado. Ahora gritan de más no pocos comentaristas porque los han convencido de hacerlo. ¿Quién mece la cuna? Obviamente poderosos grupos que sienten afectados sus intereses en Texcoco. Así, de plano.

Cancelada la Refinería Bicentenario

Esta decisión, según leí en una nota de Proceso del 14 de marzo significó “9 mil millones de pesos tirados a la basura”. Cito a la revista fundada por Julio Scherer:

√ A mediados del sexenio de Felipe Calderón, "el gobierno federal prometió que la Refinería Bicentenario sería el mayor proyecto de infraestructura de la última década, y le invirtió 9 mil 612 millones de pesos”.

√ Pero, años después de ese anuncio, el gobierno canceló el proyecto.

√ “Facturas  de la millonaria inversión, obtenidas para esta investigación periodística, evidencian la necesidad de una auditoría: en el terreno —ubicado en Tula, Hidalgo— no se colocó más que una barda, hubo millonarias adjudicaciones directas, modificaciones en los montos pactados y contratación de empresas con historiales de corrupción”.

Cancelado el tren a Querétaro

El Heraldo de México lo sintetiza de esta manera:

√ “El gobierno de la República Popular de China pretende que el gobierno federal de México le pague la cifra de 11 mil 300 millones de pesos, algo así como 600 millones de dólares por la cancelación del proyecto de construcción del tren México-Querétaro un tren de alta velocidad”.

√ “El tren México-Querétaro fue una de las promesas que presentó el presidente Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre de 2012, cuando asumió la Presidencia de México”.

√ “La obra estaba valuada en 58 mil millones de pesos y fue asignada a un consorcio encabezado por la empresa China Railway, junto con cuatro compañías mexicanas y una francesa”.

√ “Casi dos años después, el 6 de noviembre de 2014, Peña Nieto revocó el fallo que asignó al consorcio de empresas chinas, francesas y mexicanas para la construcción del tren programado para 2018.

√ “La Secretaría de Comunicaciones y Transportes argumentó que querían eliminar dudas en la opinión pública sobre la transparencia de la misma”.

La famosa empresa contratista Higa, involucrada en lios de corrupción, participaba en el proyecto y, por tal motivo, se canceló.

Cancelado el Monterrey VI

Tomo la información de El Economista:

√ “Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, anunció que para evitar polémica enterrará el proyecto del Acueducto Monterrey VI, que traería agua desde el río Pánuco en San Luis Potosí hasta la zona metropolitana de Monterrey, y propuso 15 alternativas a la Comisión Nacional del Agua”.

√ “Esto implicaría cancelar el contrato con el consorcio ganador del proyecto: Grupo Higa e ICA y, por consiguiente, el plan hidráulico más ambicioso que se proyecta en el país”.

¿Por qué los mercados no se escandalizaron con tales cancelaciones?

Porque hubo argumentos poderosos, en alguno de los casos inclusive sospechas de corrupción, que justificaban parar tales proyectos. Los mercados lo entendieron y no pasó nada. Esto es, se vale y a veces se debe cancelar grandes obras.

Proyectos privados cancelados

También ha habido en tiempos recientes cancelaciones de enormes proyectos privados o mayoritariamente privados. Aquí un par de ejemplos:

1.- Cabo Pulmo y Cabo Cortés. Inversionistas buscaban construir más de 20 mil cuartos en nueve hoteles turísticos en 3 mil 770 hectáreas. Los ambientalistas se opusieron y el proyecto se acabó en 2015. Espero que no resucite.

2.- Dragon Mart. Gigantesco proyecto en Puerto Morelos, Quintana Roo, para recibir mercancías chinas. Como amenazaba al mangle y a los arrecifes, activistas a favor del medio ambiente presionaron y lo echaron abajo.

¿Por qué el griterío por cancelar el aeropuerto en Texcoco, que presenta tantos problemas medioambientales y que huele a corrupción?

Obviamente, hay poderosos intereses detrás de la campaña de miedo que se desató antes de la consulta y que, con seguridad, se volverá más intensa después de que se supo que los ciudadanos votaron contra el NAIM en ese lugar. Buscarán que el presidente electo López Obrador ignore la opinión de la gente. Andrés Manuel no se debe dejar.