El arte es emoción…  Eso es algo que no podemos discutir y que todos tratamos de entender. Existe una artista que en lo particular me encanta. Su obra a pesar de aparentar ser demasiado simple y rozar un poco con lo absurdo, tiene un historial complejo y muchas vivencias detrás.

La artista británica Tracey Emin basa su obra en la creación de confesiones en neón, frases que seguramente todos pensamos y que pocos nos atrevemos a decir… 

 

 

El arte de Emin está cargado de concepto, historia, amor y desamor. Todos compartimos frases en nuestras redes sociales, una forma de expresar “anónimamente”  aquello que nos mueve, ya sea para bien o para mal…  Es obvio que las frases cursis y / o con referencia sexual te generarán un aumento de followers... Para la artista esto le causó algunos problemas en el medio. 

 La inspiración de Emin proviene de una difícil adolescencia,  una violación a los trece años en un callejón y dos abortos, experiencias traumáticas que se ven reflejadas en cada pieza que presenta. Por si los antecedentes creativos no son suficientes, Emin no es muy querida por los conservadores del arte; esto debido a que consideran que su obra es provocativa, ególatra y victimista. Pero… ¿qué tiene de malo utilizar al arte como terapia? 

 El arte libera y exorciza; crea y destruye emociones… ¡libera fantasmas!

Ese es el objetivo de un creador, transmitir y hacer que el espectador se plante en sus pies, que de cierta manera uno se conecte a través de la obra… 

 

 

 

Además de sus frases en neón, Emin ha tenido dos piezas clave en su carrera. La primera fue la pieza llamada Everyone I Have Ever Slept With 1963-95, la cual consta de una tienda de campaña adornada con los nombres de todas las personas con quienes alguna vez durmió, incluidos compañeros sexuales, familiares , su hermano mellizo y sus dos embarazos perdidos (esta pieza fue destruida en el 2004 a causa de un incendio).   

 

Aún más polémica fue la  instalación titulada “My bed”, en la cual podías apreciar sus sábanas sucias, tampones, preservativos usados, paquetes de cigarrillos, una botella vacía de vodka y otros objetos que atestiguan una serie de noches de alcohol, sexo y posiblemente de amor. 

“My bed”  es descrita por la artista como un similar al famoso mingitorio  de Marcel Duchamp, quien lo descontextualizó al exhibirlo en un museo tras varios días de orinarlo… 

 Si pudieras expresar plásticamente alguna vivencia, ¿Cómo lo harías?

@lapecaasesina