Puede que no hayan sido los primeros, pero tanto Samsung como LG Electronics se han esforzado este año en lanzar sus teléfonos insignia con pantallas que ocupan casi en su totalidad el frente de los equipos, agregando unas fracciones de pulgada en el espacio en donde se puede reproducir contenido.

Pues la “buena nueva” es que ambas compañías ya están trabajando arduamente para ofrecer en la siguiente generación una pantalla sin rastro del marco superior e inferior que aún lucen sus dispositivos, en los que integran elementos esenciales como el la cámara frontal o altavoces.

El reporte viene directamente del portal surcoreano ETNews, quienes ha sugerido que los teléfonos con frentes cubiertos en su totalidad por la pantalla ya vienen en camino, y que tendrán los cuatro bordes curvados de forma similar a los laterales del Galaxy S8 y sus generaciones anteriores.

La información indica que una de las problemáticas más recurrentes a la que se han enfrentado las dos fabricantes de tecnología es el habilitar la funciones táctiles en las esquinas de la curvatura.

Eso sí, el hecho de que logren integrar pantallas más grandes tiene sus beneficios y también sus desventajas: por una parte el tamaño total de los equipos disminuiría mientras que el de la pantalla aumentaría, pero desgraciadamente también se harían más propensas a las grietas en los bordes.