Este domingo el presidente de la división de móviles de Samsung, Koh Dong-jin, anunció los resultados de la investigación sobre los incidentes que llevaron a retirar todos los modelos de Galaxy Note 7 en el mercado.

La compañía concluyó que el problema estuvo en un defecto de diseño y errores de producción en dos versiones de las baterías fabricadas por dos empresas diferentes.

En los primeros Note 7 que salieron a la venta encontraron daños en las esquinas superiores de las baterías, algo que combinado con separadores delgados y una alta densidad de energía, sobrecalentó los dispositivos.

Esta explicación técnica se traduce en que las unidades de baterías eran muy grandes para el espacio que habían dispuesto para ellas dentro del equipo, por lo que faltó espacio para el material aislante y no encajaron como debían.

El otro problema se produjo por un “punto de soldadura anormal”, algo que condujo a un cortocircuito interno, debido también a la falta de una cinta aislante en la segunda serie de baterías.

Para el análisis de esta información se contrataron dos empresas estadounidenses (UL y Exponent) que examinaron las baterías, además de una compañía alemana (TUV Rheinlad) que estudió la cadena de suministro.

En total, tomó al menos 700 investigadores que probaron más de 200 mil aparatos y más de 30 mil baterías para replicar los incidentes con el Galaxy Note 7.

Con información de AP y Notimex.