Roboglove, es un guante robótico desarrollado tecnológicamente entre General Motors y la NASA para usarse en la Estación Espacial Internacional que podría encontrar uso en aplicaciones de salud o industriales, de la mano de Bioservo Technologies AB, una compañía de salud sueca.

Bioservo combinará con su guante SEM (Músculo extra suave, por sus siglas en inglés) con el guante RoboGlove, que logra multiplicar la fuerza de su usuario. El guante utiliza sensores de vanguardia, actuadores y tendones comparables a los nervios, músculos y tendones de una mano humana.

Esperan que la fusión de las dos tecnologías resulte en un nuevo dispositivo de agarre con uso industrial que pueda ayudar a mejorar la eficiencia del operador humano mientras reduce la fatiga de los músculos de la mano. Investigadores han demostrado que la fatiga puede ocurrir a los pocos minutos de sostener una herramienta.

Ward describe al guante como la introducción del exoesqueleto suave al mundo. General Motors quiere ser el primer fabricante en Estado Unidos en probar el poder del guante en algunas de sus plantas.

Bioservo quiere vender los guantes para una gran variedad de usos, que incluyen rehabilitación médica y cualquier oficio que necesite de resistencia de agarre.