Después de largas batallas legales, un clásico de la música online ha caído: Grooveshark.

Si eran asiduos a este servicio para escuchar canciones vía streaming, ya habrán visto desde ayer, 30 de abril, que lo único que queda en Grooveshark.com es un comunicado de despedida.

En el mismo, Grooveshark reconoce que, pese a sus buenas intenciones, cometieron graves errores como el no asegurar las licencias de los dueños de los derechos de la música. "Eso estuvo mal. Nos disculpamos sin reservas".

Como parte de un acuerdo con las compañías disqueras más grandes, Grooveshark ha aceptado dejar de brindar su servicio, limpiar todos sus servidores y entregar todos los derechos de su sitio.

Como "epitafio", Grooveshark pide a los amantes de la música que usen un servicio que sea legal. Enfatizaron que, cuando comenzaron hace casi 10 años, estaban casi solos en la apuesta por el streaming, pero ahora hay muchísimas opciones.

Lo recordaremos en el memorial de los servicios de internet caídos. Grooveshark es ahora un mito, un estatus en el cual también podríamos colocar a Napster y a Audiogalaxy, nombres que -con buenas o malas formas- contribuyeron a la revolución de la música digital que hoy conocemos.

Con información de Grooveshark