Una de las quejas más frecuentes sobre la tienda Windows Store ha sido referente a las aplicaciones falsas o engañosas que abundan en ella. Obviamente, esto ha afectado su popularidad.

Para remediar esta mala fama, Microsoft decidió cambiar tres puntos en su política de certificación de aplicaciones: las apps deben llevar un nombre que refleje su función, deben ser categorizadas según su propósito y uso; finalmente, sus íconos no debe ser similar al de otras aplicaciones.

De acuerdo a Microsoft, la mayoría de los desarrolladores han aceptado las nuevas reglas, pero hay un pequeño grupo que no lo ha hecho, por lo que la compañía de Redmond ha eliminado un total de 1,500 aplicaciones en cumplimiento de sus nuevas políticas.

Asimismo, ha prometido reembolsar a todos aquellos que hayan comprado una aplicación con título o descripción engañosos.

¿Serán estos cambios definitivos para que los usuarios se acerquen más a la Windows Store? Seguramente Microsoft ya está trabajando también en hacerla más atractiva de cara al lanzamiento de Windows 9.

Con información de Mashable