De acuerdo con la madre, el pequeño de tres años residente de la ciudad de Granbury, Texas, estuvo "varios minutos muerto", hasta que el agente Chase Miller aplicó una técnica de reanimación cardiopulmonar para salvarlo.

El hombre respondió a un llamado al 911 y acudió de urgencia al aparcamiento de un restaurante de comida rápida, donde lo esperaba una mujer con su hijo en brazos, inconsciente y sin respiración.

Al parecer, el niño había presentado temperatura por la mañana, así que cuando comenzó a llorar en el restaurante, su madre le suministró un ibuprofeno y experimentó una convulsión febril. 

La cámara instalada en la patrulla filmó el trágico momento en que el masaje en el pecho de Brayden Geis resultaba insuficiente, por lo que el oficial le solicitó a su padre que continuara con el procedimiento mientras buscaba una máscara de oxígeno a su vehículo.

Al regresar, se la colocó y continuó con la reanimación. Dos minutos después, el menor volvió en sí y le trasladaron a un centro sanitario. Según un comunicado de prensa, la Policía aseguró que el menor se encuentra en perfecto estado de salud.

Con información de Infobae.