La obra de esta artista nace de una necesidad terapéutica. A los cinco años sufrió el ataque sexual de un hombre con problemas mentales.

Tal violencia la dejó perturbada para siempre y la única manera que encontró para aliviar su angustia fue dibujando.

Todo lo que salió de su cabeza fueron creaciones escalofriantes: calaveras, esqueletos, hombres ahorcados, cuerpos mutilados o cadáveres con penes gigantescos que se transforman en serpientes.

"Él me hizo artista", afirma Laurie Lipton. "Sé que suena muy raro, pero le estoy agradecida. Sufrí, pero ahora estoy muy agradecida. Nunca sabes qué regalo puede venir del sufrimiento. Nunca lo sabes".

Foto: Tomada de Laurie Lipton.

Con información de RT.