Nathan Weitzel, de 29 años, se encuentra detenido por haber estrellado su auto con la intención de asesinar a su hijo de dos años, quien estaba adentro.

El hombre confesó a las autoridades que no soportaba la presión y la responsabilidad de ser padre, por lo que emprendió el viaje por calles de la zona residencial de Arapahoe, Colorado.

Cuando alcanzó una velocidad de 75 kilómetros por hora, estrelló el automóvil contra otra unidad no sin antes desabrochar el cinturón de seguridad del pequeño. 

Sin embargo, la tragedia no terminó allí, pues al ver que el niño no había muerto, comenzó a golpearlo hasta que los vecinos llamaron a la policía. 

De acuerdo con la página GoFundMe, el pequeño Isaías sufrió golpes en el cuello y se le colocaron cinco tornillos en su rodilla, así como de 20 a 30 puntos de sutura en su cabeza y permanece con oxígeno.

Con información de Excélsior.