La historia de Josh Marshall y su hijo Gabriel es de esas que te vuelven bipolar porque no sabes si reír de felicidad o llorar de tristeza.

El año pasado, al pequeño le hallaron cáncer maligno en la cabeza, por lo que tuvieron que operarlo de la noche a la mañana, pues no había tiempo que perder.

De la cirugía quedó una cicatriz que, según el niño de 8 años, lo hacía sentir un monstruo.

Para solidarizarse con Gabriel, Josh, de 28 años, decidió tatuarse una marca falsa idéntica a la de él. Un acto de amor inconmensurable. 

"Ahora, si alguien quiere mirar, nos mirarán a los dos", le dijo a su hijo.

Las fotografías fueron compartidas en Facebook y se viralizaron rápidamente ante la empatía de los usuarios, quienes halagaron al padre e incluso lo invitaron a participar en la Fundación Baldrick.

La imagen se llevó el premio al "Mejor padre pelado" y Gabriel se mejora satisfactoriamente. 

"Él está bien, todo marcha bien a nueve meses de la intervención", contó Josh.

Ones a real scar. One is a tattoo to show support and make him feel normal. Father of the year? Fuck yes!

Una foto publicada por Fitness Motivation (@aesthetic_revolution) el

Con información de ABC.