Uno de los platillos mexicanos más exquisitos sin duda es la guajolota, la torta de tamal originaria de Tulancingo, Hidalgo.

Tamales hay de todo tipo; de mole, verde; oaxaqueños, rojos; de rajas, de dulce de fresa; de piña, de zarzamora con queso; de cerdo, etc.

Esta es una muestra de la variedad de combinaciones que hacemos los mexicanos cuando de comida se trata, pues existen tortas de chilaquiles... claro, siempre y cuando uno de los elementos sea el chile. 

Pero en esta ocasión ya no se conformaron con juntar la tortilla y el bolillo, sino que quisieron cambiar la presentación y crearon la torta-enchilada.

La verdad es que no se nos antoja para nada, pero al parecer están comenzando a venderse como pan caliente. Y tú, ¿le darías una oportunidad?