Una mamá pato sorprendió a los habitantes de Titirangi, Nueva Zelanda, cuando solicitó auxilio desesperadamente al ver que sus crías habían caído a una coladera.
Los bomberos de la localidad acudieron al lugar y sacaron uno a uno a los polluelos, colocándolos en un cono para posteriormente conducirlos a un parque más seguro.
La pata observaba cada uno de los movimientos de los rescatistas, quienes finalmente reunieron a toda la familia de aves.