Ay, los niños... siempre salen de los apuros con tanta genialidad.

Él es Joey, un niño de 6 años que se quedó atorado en la reja de entrada a su casa cuando metió la cabeza entre los barandales.

¿Cómo fue que llegó ahí? ¿A qué estaba jugando? ¿Cómo iban a sacarlo?, se preguntaban sus padres, pero la respuesta era la misma para los dos: No tenían idea.

El pequeño había perdido las esperanzas de quedar libre con ayuda de su padre, quien quiso abrir las barras de metal y estuvo a punto de cortarlas, pues el tiempo transcurría y la angustia comenzaba a dominarlo.

Fue entonces cuando a Joey se le ocurrió que quizá su cuerpo era más pequeño que su cabeza y que el espacio entre reja y reja...

Y así, el travieso menor logró salir como si nada, no sin antes sonreír para el video que su divertida madre filmó mientras veía al niño en aprietos.