La moda de las selfies está a todo lo que da; tener la mejor toma de uno mismo en cualquier situación posible es una de las más grandes preocupaciones de muchas personas. Lamentablemente, lo anterior a veces provoca que se vea más por la foto, que por la vida misma, lo que implica ponerse en situaciones de extremo peligro que no acaban de la mejor manera.

Muestra de ello son los siguientes ejemplos, donde tomar una selfie implicó perder la propia vida.

La joven rusa de 17 años posó en la parte más alta de un puente, para su mala fortuna, resbaló y se electrocutó al sostenerse de un cable electrificado.

Se tomó está foto al mismo tiempo que conducía su automóvil; la distracción provocó que tuviera un accidente mortal.

El reggetonero pensó que sería una buena idea tomarse una foto al mismo tiempo que iba en su moto en la calle; así como con Courtney, tuvo un accidente que acabó con su vida.

Aquí no tuvo que ver su imprudencia, sino la mala suerte. Esta foto fue tomada momentos antes de despegar en el vuelo MH17 de Malasyan Airlines.

El mexicano de 21 años se quiso tomar una foto con un arma de fuego cargada, misma que activó de manera accidental matándolo.

Intentó tomarse una foto en el río Tunal, ubicando en el Estado de Durango. Desafortunadamente, resbaló, cayó al cuerpo de agua y se ahogó.

El joven español de 21 años se electrocutó al intentar subir al techo de un tren eléctrico para hacerse una selfie.

De nueva cuenta la mala suerte. Iban con rumbo a una fiesta cuando fueron impactadas por un auto de frente. Ashley resultó con varias heridas, Colette murió.

Una pareja polaca intentó tomarse una foto a la orilla de un acantilado en agosto de 2014. Resbalaron y cayeron juntos al vacio.

Tal vez una de las selfies más famosas. La cantante, junto con su staff, se tomaron esta foto antes de despegar en un jet privado, mismo que tendría un percance en vuelo y se precipitaría al suelo acabando con la vida de todos sus pasajeros.

Con información de Swagger.