El incidente, que ocurrió en la ciudad de Edgewood, Maryland, comenzó con una llamada a los cuerpos de policía, informandoles de un asalto a una tienda de la cadena de supermercados Aldi.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron a un hombre tirado boca abajo en el suelo. Apenas momentos antes, el mismo sujeto había intentado robar el mercado a mano armada.

Las autoridades encontraron el arma bajo el cuerpo del cuerpo. A pesar de que se intentó reanimarlo, el desafortunado ladrón no dio señales de vida y fue declarado muerto en un hospital de la localidad.

Los agentes lo identificaron poco después como Wayne Clark, de 52 años de edad.