Reino Unido.- Las tortugas son probablemente, uno de los animales más longevos del planeta, de hecho, en la Plantación St Helena habita Jonathan, una tortuga que nació en la primera mitad del siglo XIX.

Jonathan vive en compañía de Myrtle y Fredrika, tres de las cinco tortugas gigantes que habitan en Santa Helena, además de los tímidos David y Emma.

Jonathan tiene 182 años, sufre de cataratas debido a la edad y ha perdido el sentido del olfato, sin embargo, su oído es bastante bueno. Miembro de la especie Seychelles gigante, este reptil longevo es parte de una pequeña población de estos ejemplares.

Santa Helena nació de un volcán y se caracterizó durante el siglo XVII como un centro de comercio de la Compañía de las Indias Orientales, además, era un punto de tráfico de esclavos donde convivieron diferentes etnias, a pesar de su multiplicidad, nadie sabe como es que la enorme tortuga terminó ahí.

En el siglo XVII, también era común emplear a las tortugas como comida rápida para llevar, por ejemplo, en las Islas Galápagos, alrededor de 200 mil ejemplares fueron consumidos como alimento.

Jonathan posiblemente evadió este destino porque era una curiosidad para el gobernador Hudson Janisch, quien estaba a cargo en 1880; de hecho, 33 mandatarios han pasado a mejor vida durante la existencia de la tortuga y ninguno de ellos ha querido ver morir al reptil.

En 1882 un fotógrafo captó a la tortuga de cuerpo entero.

Jonathan disfruta mucho que le acaricien el cuello, además degusta plátanos, coles y zanahorias; debido a que es prácticamente ciego, no puede alimentarse por si mismo y sigue un régimen alimenticio todos los domingos por la mañana.

La gigantesca tortuga no pudo procrear, sin embargo, su vida puede extenderse hasta los 250 años, incluso la comunidad ha diseñado un plan para despedirla cuando sea tiempo: su obituario ya fue escrito y los habitantes quieren recabar fondos para fabricar una estatua de cobre de tamaño real.

Con información de BBC