El incidente, que tuvo lugar en Australia, sucedió cuando el padre Thomas Byrne, de 80 años de edad, se enfrentó al padre Thomas Joseph Smith, de 81, en el complejo residencial donde ambos viven.

Tras la pelea, Smith recogió un objeto del suelo, dándose cuenta que era parte de su oreja, la cual le fue reconstruída en el hospital.

Al presentarse ante un juez, Byrne, el agresor, recibió como pena una orden de restricción que no le permite acercarse a menos de 10 metros de Smith, además de pagar una fianza para salir de la cárcel.