Por Carlos Augusto Rodríguez. CorresponsalBogotá, 1 Ene (Notimex).- Las artesanías y aguas termales son una buena opción que los bogotanos encuentran en el cercano municipio de Tabio, donde se deja ver en todo su esplendor la sabana en la que se levanta la capital de la nación cafetalera.El municipio queda a 45 kilómetros de Bogotá y es una joya colonial enclavada en la mitad de la verde sabana que une a los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, donde el paisaje está compuesto por verdes de todas las tonalidades.La plaza principal es una evocación histórica que recuerda que este país y gran parte del continente fueron una colonia española por 300 años y que los vestigios de ese pasado son imborrables pese al paso del tiempo.Durante años el principal atractivo de Tabio fueron sus aguas termales con propiedades terapéuticas, que los lugareños organizaron en dos piscinas y que sirven de refugio a centenares de turistas que huyen del estrés de Bogotá o buscan alivio a sus enfermedades."Yo vengo aquí desde que era niña, porque siempre se ha hablado del poder curativo de esta agua. Ahora ha cambiado, las piscinas y en general el sitio está mejor cuidado, da gusto venir", dijo a Notimex Rosita Aranguren, una anciana de 78 años, asidua visitante.Los visitantes también pueden acercarse al llamado cerro de Juaica, lleno de leyendas que cuentan que en las horas de la noche se observan luces, que los lugareños aseguran son señales de tesoros escondidos o de ovnis.Pero a estos tradicionales atributos turísticos de Tabio, se han sumado en los últimos años el crecimiento del comercio de artesanías que producen habitantes de la región.Cestos, tejidos, collares, cueros, zapatos, adornos en madera, muebles rústicos de lindos terminados y buenos precios se han convertido en un punto de encuentro para decenas de turistas."Son artesanías muy similares en hechuras y precios a las de Villa de Leyva (en el noreste departamento de Boyacá), pero con la ventaja que hay que viajar menos viniendo desde Bogotá", afirmó Daniela Reyes, turista amante de los objetos artesanales.Por su parte, una de la vendedoras de las tiendas de artesanías, que simplemente se identificó como Mercedes, afirmó que desde hace un tiempo muchos artesanos llegaron a la localidad, compraron algunas viviendas y se dedicaron a producir."Eso cambió mucho el pueblo porque las casas se transformaron en bonitas tiendas y las calles se ven más coloridas y llenas de gente", sostuvo.Junto con las artesanías llegaron los restaurantes que muestran una Tabio acogedora, digna de pasar todo el día, mirando, comprando y disfrutando de un buen baño termal."Aquí tiene uno salud, compra cositas para la casa, come bien con los hijos y los nietos y se regresa a Bogotá que está a menos de una hora de camino", concluyó Aranguren.