p text-autospace:none"="">Anoche

decidí ver una película francesa titulada "Un prophet". Trata de la vida de un

joven de origen árabe que ingresa a la cárcel a los diecinueve años. No tiene

familia, no tiene amistades, no recibió educación, ni acceso a ningún sistema mínimo

de bienestar. No se menciona en la película el motivo por el que el

protagonista es llevado a prisión, sólo se sabe que estará seis años. Al inicio

de la película, el joven árabe es una persona insegura, con temores, y sin malicia.

Su lucha por sobrevivir lo lleva a convertirse en el capo de la mafia árabe, y

a controlar gran parte del narcotráfico en Francia. La película es muy buena,

pero no pude dejar de pensar en México. No podía dejar de pensar que como ese

personaje árabe en Francia hay miles en nuestro país. Más de 20 años de

abandono del Seguro Social, la educación controlada por los deseos y planes obscuros

de Elba Esther Gordillo, una política económica que ha ocasionado un nivel de desigualdad

inaceptable, el adelgazamiento del Estado, y un presidente sin conciencia ni

escrúpulos, han producido una base social, que por sobrevivir, está dispuesta a

ser contratada por cualquier organización, legal o ilegal.

p text-autospace:none"="">

terminar la película, decidí ver unos minutos la televisión, y me encuentro con

la entrevista que le hizo Sergio Sarmiento a Calderón. Todos aquellos que se

sientan deprimidos y desesperanzados por lo que ocurre en el país, no la vean.

Calderón no sabe ni qué ocurre en el país, y no brinda certeza a los ciudadanos

ni en entrevistas pagadas. Al inicio, la entrevista giró en torno al vergonzoso

caso de los 72 cuerpos encontrados en Tamaulipas, aquí algunas partes de la

misma:/p

p text-autospace:none"="">

"Me inquietó, me preocupó que se presentara públicamente... que un testigo protegido,

que ese sí tendría que ser protegido, se presente ante los medios"./p

p text-autospace:none"="">

"...El acceso que se ha tenido, que a mí también preocupa, Sergio, por supuesto.

Yo di la orden de que se cuidara la identidad del testigo, que no se reprodujeran

imágenes del testigo, que mucho menos su nombre, y habrá que investigar por qué

ocurre eso. Yo entiendo que hay una gran presión de los medios nacionales e internacionales."/p

p text-autospace:none"="">

"Pero nosotros presionamos, pero también se nos puede decir que no."/p

p text-autospace:none"="">

"Así es. Habrá que ver qué tan poderosos son los medios. La verdad es que no

siempre se les puede decir que no."/p

p text-autospace:none"="">

gravísimo lo que dice Calderón. Primero, porque acepta que dio una orden y que

fue incumplida. Podemos estar seguros que no existe una cadena de mando que se

respete. El otro comentario que ya sabíamos, pero que comprueba de viva voz

Calderón, es referente a los medios de comunicación. Un presidente en funciones

no puede decir que a los medios "no siempre se les puede decir que no". Siempre

existen opciones, y siempre se puede decir que no; sólo una persona carente de

moralidad puede afirmar que a los medios no siempre se les puede decir que no./p

p text-autospace:none"="">

de las inaceptables respuestas de Calderón se da al ser cuestionado del reciente

fallo del TRIFE, en el que se dictamina que violó la Constitución al hacer

pronunciamientos en tiempos electorales. "Lamento mucho que esa haya sido la

interpretación de los jueces, pero evidentemente la respetaré. Sí me interesa

conocer directrices sobre realmente qué puede decir un Presidente...". Estamos a

cuatro años de que usurpó la silla presidencial, y necesita que le avisen qué

puede decir. Malo el cuento./p

p text-autospace:none"="">

para concluir la entrevista, Sarmiento le pregunta: "Cuál ha sido, en estos casi

cuatro años, su peor momento. Cuándo dijo: esto es lo peor que me ha pasado en

este tiempo." Uno esperaría que comentara la tragedia en la guardería ABC, o

algunos huracanes y tormentas que han dejado sin vida y sin patrimonio a miles

de familias. Pudo haber dicho la crisis económica del 2008 (de la que todavía

no nos recuperamos). Pudo comentar sobre los genocidios múltiples que han

ocurrido en Ciudad Juárez, en Monterrey o Torreón. Ninguno de esos, su peor

momento fue la muerte de Mouriño./p

p text-autospace:none"="">

p text-autospace:none"="">La

pregunta inmediata fue, ¿y su mejor momento? Vale la pena escuchar este fragmento

de la entrevista, ya que Calderón no supo que decir. Pensó su respuesta por más

de 10 segundos (no exagero), le dio vueltas a su pensamiento con palabras sin

sentido por otros 20 segundos, y terminó diciendo que su mejor momento fue la

toma de Luz y Fuerza, ya que no hubo ni una gota de sangre derramada. Si para él

su mejor momento fue dejar sin empleo a miles de trabajadores, por medio de una

toma cobarde, a escondidas (como suele operar el individuo en cuestión), es

entendible que haga lo que hace. Todo al revés.

p text-autospace:none"="">No

esperemos nada de este Gobierno en los próximos dos años. Sólo nos queda

resistir, ser agentes de cambio en nuestra propia área de influencia, organizarnos,

y no permitir que un incompetente vuelva a ocupar la silla presidencial.