El día de hoy me vi en la necesidad de hacer un viaje por avión. Antes de hacerlo, en una sala de espera, saqué mi computadora portátil de su estuche. La abrí y la encendí para navegar un rato por la red. A mi lado se sentó una jovencita. Me dijo: "Yo tenía una computadora igualita que la suya". Después me explicó: "Me la robaron. Viajaba con mi novio y un hermano de este por carretera rumbo a Culiacán, en Sinaloa. Pasamos una caseta de cobro y unos minutos más tarde dos vehículos llenos de muchachos nos obligaron a detenernos. Nos quitaron todo: dinero, relojes, la computadora. A mi novio le dieron una golpiza porque les reclamó lo que hacían. Estuvo una semana en el hospital. Cuando el asalto terminó volvimos a la caseta de cobro para pedir ayuda y denunciar lo ocurrido. No nos hicieron caso: Eso es normal aquí, no exageren. Desde entonces vivo con miedo". Horas después de escuchar esas palabas llegué a Monterrey. Comí con una persona en el restaurante El Tío. Me adelanté20minutos a la cita, tiempo que aproveché para charlar con un par de meseros, a los que pregunté cómo están las cosas en la Sultana del Norte. Los dos me respondieron o mismo: "Nos da miedo hasta salir a la calle". En twitter leo a diario los comentarios de vecinos de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros: tienen miedo. Esta mañana se supo de narcomantas en Guadalajara. Antes de leer sobre eso en los diarios digitales, lo supe por la llamada de alguien que reside en la capital jalisciense: "¿Te enteraste de los mensajes de la mafia? Tengo miedo". Este lunes la nota principal de El Norte tenía que ver con un aumento exponencial del número de regiomontanos que se han ido a vivir a Texas. Por miedo, sí. Y a las cinco de la tarde leo en la web del mismo diario que alguien lanzó una bomba casera en una gasolinera de Cadereyta. Crecerá el miedo en la, hace ya tanto tiempo, capital financiera e industrial de México. Leí una vez que solo hay dos sentimientos: el miedo y el amor y que todoslosdemás son consecuencia de estos. No sé si sea cierto. De lo que estoy seguro es de que en la República Mexicana, actualmente, todo el que puede abandona la nación. No por falta de amor a la patria, sino por el creciente miedo a permanecer en la misma.