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La Secretaría de Hacienda y el Banco de México, informaron hace unos días que el Fondo Monetario Internacional (FMI), ratificó que México cumple con todos los criterios de habilitación necesarios para acceder, en caso de requerirlo y sin condición alguna, a los recursos de una Línea de Crédito Flexible (LCF) otorgada en 2021 por un plazo de dos años. Lo que significa que el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) está llevando una política económica adecuada con finanzas públicas sanas.

El hecho de que el país azteca pueda tener acceso a esos recursos del FMI es una buena noticia para la economía, ya que da confianza a los inversionistas tanto nacionales como extranjeros y significa un seguro si se presentara una eventualidad que pusiera en riesgo la estabilidad financiera de México.

La Línea de Crédito Flexible, que es una línea de crédito revolvente, que se puede firmar a 1 o 2 años (si es a dos años requiere una revisión de medio término), y que sólo tienen acceso países que cumplen con ciertos criterios de disciplina fiscal y estabilidad macroeconómica.

El directorio ejecutivo del organismo internacional decidió mantener a México el monto de acceso equivalente a aproximadamente 50 mil millones de dólares esto es, 35,650.8 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG).

El solo tener acceso a la línea de crédito del organismo internacional aun sin hacer efectivo el préstamo tiene un costo “la cuota de contratación se paga de manera anual y se calcula como un porcentaje de la LCF. Para el caso de México, la Línea de Crédito Flexible que se tiene contratada actualmente, y que representa el 500% del cupo de México en el FMI, tiene un costo anual de 133,69 millones de DEG (alrededor de 200 millones de dólares al año)”.

La Línea de Crédito Flexible, fue creada por el FMI, el 24 de marzo de 2009 como parte de una profunda reforma de los mecanismos de préstamo del organismo financiero, y este instrumento está concebido para prestar dinero a los países que atraviesan una escasez de liquidez, con la idea de adaptar sus herramientas de préstamo a las diversas necesidades y circunstancias de los países miembros.

Los países habilitados para recibir prestamos por parte del FMI gozan de flexibilidad para utilizar la línea de crédito renovable en cualquier momento dentro de un período predeterminado o para tratarlo como un instrumento precautorio, además de que estas naciones tienen acceso amplio e inmediato a los recursos que les proporcionara el Banco Mundial (BM) sin condiciones continuas.

El costo del endeudamiento para México en caso de que el país tenga necesidad de acceder a la Línea de Crédito Flexible, es bajo y el mismo que en el marco de los Acuerdos Stand-By tradicionales del FMI y la Línea de Precaución y Liquidez (LPL).

En junio de 2020 el Banco Mundial otorgó un crédito de mil millones de dólares al gobierno de la Cuarta Transformación para la reactivación económica del país ante la crisis provocada por la expansión de la pandemia del covid-19.

El préstamo concedido a México por el BM, fue una Línea de Crédito Flexible del FMI para atender la demanda de préstamos de prevención y mitigación de crisis proveniente de países con marcos de política e historiales económicos muy sólidos.

México no es el único país que se le han otorgado una Línea de Crédito Flexible, ante la crisis provocada por la pandemia del Coronavirus; a Perú le fue concedido un préstamo de este tipo por 11 mil millones de dólares que es un monto superior en más del mil% al otorgado a la nación Azteca.

En conclusión, podemos afirmar que la Línea de Crédito Flexible concedida por el FMI y BM atiende la demanda de préstamos de prevención y mitigación de crisis de países con marcos de política, e historiales económicos sólidos y el gobierno de la Cuarta Transformación está cumpliendo con esos criterios impuestos por los organismos internacionales, además de la actitud responsable de no endeudar más al país, como lo hicieron las pasadas administraciones federales.