México está tan escaso de buenos cantores del Himno Nacional, que debiera considerarse al presidente López Obrador para interpretarlo; lo digo en serio. Así como es un sibarita tropical que disfruta de la comida mexicana y tabasqueña, gusta también de la música popular, tanto la alternativa (tipo trova cubana) como la de distintos grupos y cancioneros. El pasado 7 de febrero cantó por tercera vez en una conferencia matutina el estribillo de la canción de Carlos Puebla “La OEA es cosa de risa”; y no lo hace nada mal, básicamente, entonado.

Y si contamos con un presidente multi-trans-disciplinario, ¿por qué no? Por ejemplo, es político y hace crítica política; juega béisbol y hace crítica de “la pelota”; escribe y hace crítica literaria (aunque sea oral: recomienda libros, cita fragmentos, enjuicia obras y escritores); incluso hace crítica de la poesía, el cuento, la novela (al citarlos, leerlos, recomendarlos, criticarlos); le gusta la historia y hace crítica de la historia (Enrique Krauze lo llamó, no sin ironía, “presidente historiador”); hace crítica de la cultura, de la antropología, de los viajes, de la música, del periodismo, de la moral, del transporte, de la economía, de las finanzas, la justicia y el derecho… De la comida, ni se diga: es un sibarita tropical, como ya hemos dicho por aquí. Parece que nada escapa a su espíritu renacentista, también tropical.

Es todo un fenómeno, sólo le hacía falta cantar (y bailar por ahí). Pero hace meses se hizo famosa “A mi manera”, canción interpretada por él con inteligencia/voz artificial. ¡Y hay hasta reacciones a esa versión!, que tiene pasajes logrados en cuanto al parecido del timbre de la voz. Esa voz de color “tenoril” o atenorado de la cual hablé en 2012 en una columna en SDPnoticias, “La voz de los candidatos”. Establecía en ella el contraste entre las voces de los tres candidatos presidenciales de ese tiempo. La voz débil, monótona y habituada al micrófono de Peña Nieto; la de Vázquez Mota que rondaba siempre el colapso. Y la de López obrador; cito:

“Aunque no es bella y con un timbre que tiende al registro agudo, a veces a la nasalidad, la de AMLO es una voz formada en la plaza pública, al aire libre, ante cientos, miles de espectadores. Incluso, en los inicios de su carrera, prescinde del micrófono. Tiene la capacidad del buen orador, mide el talante de la audiencia, no necesariamente lee papeles, mucho menos recurre al telepróter… improvisa, arenga. Una voz curtida en la batalla de los años, que difícilmente enronquece y si sucediera, tiene la capacidad de la recuperación con el breve reposo. Agréguese además la conexión sonora con la convicción de las ideas, lo cual da un extra de fortaleza al órgano vocal.

“Si se tratara de campañas rústicas, sin micrófono, el único de los tres que sobreviviría sería López Obrador. Mientras los otros dos carecen de una buena técnica y experiencia ante las masas, la del líder social de la izquierda es una voz apoyada en una respiración intuitiva resultado del hábito y la excelente proyección aérea, tiene un buen soporte diafragmático y un buen uso de los resonadores óseos naturalmente desarrollados en su emisión.

“Si se estableciera una comparación de las voces de los candidatos con la de cancioneros populares, se diría que la de AMLO equivaldría a la de Vicente Fernández, quien puede cantar por horas, hasta que el público deje de aplaudir…”.

El 23 de agosto de 2023, el presidente transmite en la conferencia matutina su voz de artificio cantando “A mi manera”. Ahora bien, es evidente que lo disfruta como si él mismo de verdad cantara; cae en rapto de sí. Y en cierta forma sí es él, pues es una manifestación de su poder y poderío, pero también de la admiración, respeto y afecto que ha generado entre millones de mexicanos. Un personaje que será difícil de igualar, sin duda.

Después de “A mi manera”, ha seguido otro buen número de piezas en que han usado su voz artificial para interpretar canciones populares. “El triste”, “Piel canela”, “Cien años”, “México en la piel”, “El panadero con el pan”,… baladas en inglés, duetos con Trump y Peña, etcétera; casi una locura.

Sólo faltaría que AMLO-Voz-Artificial decidiera cantar ópera y presentarse en Bellas Artes con Rigoletto o Turandot. El Palacio se abarrotaría, se harían transmisiones por pantalla al auditorio y a otros sitios. Este género del Renacimiento tardío inspirado en los efectos de la tragedia griega volvería a ser popular. Ese arrastre es el carisma, pero con la virtud de haber sido tamizado por el poder, aprobado por o a pesar del ejercicio del mismo.

Este texto se originó a causa del fragmento que AMLO canta de “La OEA es cosa de risa”, canción del autor cubano Carlos Puebla (1917-1989). Cantó el estribillo el pasado 7 de febrero. Pero inicialmente había reproducido esa canción en la conferencia del 29 de septiembre de 2022. Aunque su mejor versión es la del 9 de marzo de 2023. Y es que AMLO ha sido un crítico permanente de la Organización de Estados Americanos, incluso propuso en algún momento la democratización de un organismo que tiene un historial al servicio de los intereses de Estados Unidos y en contra de los otros países americanos. Era eso o de plano su desaparición. Para dar un poco de profundidad a esta aproximación musical –no haya reproche de frivolidad- véase si se quiere este video en que explico, en 2021, la complejidad del proceso histórico de convivencia y cooperación en América Latina siempre acechada por el imperio del “Destino Manifiesto” y la “Doctrina Monroe”:

Y aquí, los versos de la canción de Carlos Puebla:

La OEA es cosa de risa

Pregunto yo en mi canción


Al que grita y patalea


Caballero de la OEA


Qué pasó con la reunión

Cómo no me voy a reír de la OEA


Si es una cosa tan fea


Tan fea que causa risa


Ja ja ja ja ja ja ja, ja ja ja ja ja ja ja

Ja ja ja ja ja ja ja

Yo estoy acá en mi rincón


Preguntándome hace rato


Cómo es posible que al gato


Le meta miedo el ratón

Cómo no me voy a reír de la OEA

...

Con ese ir y venir


Me tiene como si nada


Perdone la carcajada


Pero usted me hace reír

Cómo no me voy a reír de la OEA

...

No es miedo el que usted me da


Con su OEA y sus pamplinas


Porque yo de las gallinas


Me estoy riendo por acá

Cómo no me voy a reír de la OEA

...

Para acabar le diré


En medio de tanta prisa


La OEA es cosa de risa

Y yo riendo seguiré

Cómo no me voy a reír de la OEA

Si es una cosa tan fea


Tan fea que causa risa

Ja ja ja ja ja ja ja, ja ja ja ja ja ja ja


Ja ja ja ja ja ja ja

El intervencionismo de la OEA ha sido denunciado por AMLO, pero también la presencia en ella de personajes del talante Luis Almagro, su presidente, y su relación con mexicanos del conservadurismo prianista que con frecuencia lo visitan, como su presente candidata, para denunciar la dictadura que se vive en México y pedir su intervención. Aquí va para ellos, el estribillo de AMLO:

Entonces, como no les ha ido bien a los cantantes con el Himno Nacional Mexicano, -lo hemos atestiguado recientemente incluso dentro de las filas de la 4T-, escribí algunas recomendaciones críticas para que los mexicanos mejoren en asunto tan importante e inaplazable. A ellas añado ahora otra recomendación (que de paso, permitirá eliminar esos rumores de que el presidente no lo canta porque “es aleluya; porque los aleluyas no lo cantan”): que AMLO cante el Himno Nacional Mexicano en próxima ocasión; incluso, aunque sea con voz/inteligencia artificial.

Finalmente, aquí está la interpretación del compositor Puebla:

Héctor Palacio en X: @NietzscheAristo