México.- Senadores de oposición reprochan el incremento de hasta 20 por ciento en los precios de los combustibles que se aplicarán desde 2017.

De acuerdo con los legisladores, la política del gobierno federal es abusiva y atenta contra la estabilidad social.

El panista Francisco Búrquez afirma que el nuevo gasolinazo es un robo a la población, dado que el gobierno recaudará más impuestos por la vía de combustibles, “pensar que en México se llegará a más de 18 pesos por litro es un robo”.

El legislador propuso a los ciudadanos rebelarse: “sí es necesario hacer bloqueos en Pemex, que se hagan, pero se debe hacer presión social”, indicó.

Búrquez acotó que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) permite al gobierno quedarse con cinco pesos por cada litro, lo cual le ha permitido sumar 300 mil millones de pesos de ingresos anuales.

Al eliminarse la doble tributación, el precio por litro quedaría en 13 pesos.

El también panista, Federico Döring, afirma que el incremento desmedido refleja la incapacidad del gobierno para manejar los tiempos de la liberación de precios en los combustibles.

“El aumento de 20 por ciento es un insulto a los mexicanos”, declaró Döring.

En opinión de la perredista Dolores Padierna, el esquema de fijación de precios ocasiona un trato diferenciado en varias regiones, lo cual termina afectando a las zonas más pobres.

“Los más preocupantes es que el gobierno no sólo no reconoce el fracaso de sus reformas, sino que insiste en seguir por el mismo camino e incluso adelantar y profundizar la privatización del sector, sin importarle que los que van a pagar los platos rotos son la mayoría de los mexicanos”.

Con información de Reforma