México.- Cuando el Estado mexicano fue amigo de Carlos Slim, éste se convirtió en el más acaudalado de México y, por algunos años, del mundo, pero ahora el Gobierno es su enemigo, el empresario ha visto caer su fortuna en el contexto de las competencias.

Así lo publica The New York Times, que destaca que el grupo de compañías del empresario se extiende desde el control de la telefonía móvil y fija, el Internet, la construcción de infraestructura y la industria petrolera.

En un artículo, titulado “Carlos Slim tiene un nuevo rival: el mismo Estado que le ayudó a crear su fortuna”, publicado este martes, el rotativo estadounidense destaca que la fortuna de Slim Helú se calcula en 50 mil millones de dólares, y su riqueza en México le permitieron expandir sus negocios a lo largo del continente americano con compañías que tocan casi todas las facetas de la vida moderna: telecomunicaciones, bancos, construcción y comercio minorista, entre otros.

Pero vino el plan de aumentar la competencia en la industria de las telecomunicaciones en México, lo que ha comenzado a repercutir en las ganancias del empresario.

“Enrique Peña Nieto y los tres partidos políticos más importantes hicieron a un lado sus diferencias y mantuvieron reuniones secretas para socavar el dominio del empresario”, destaca el mencionado rotativo.

Subraya que las reuniones se dieron especialmente entrada la noche, en diferentes lugares de la Ciudad de México para evitar filtraciones, hasta que la legislación estuviese casi lista.

New York Times señala que cuando llegó el acuerdo, los legisladores consagraron la ley en la Constitución para desviar las impugnaciones legales características de Slim y establecieron tribunales especiales para que las resolvieran.

Agrega que el plan que tramaron para aumentar la competencia en la industria de las telecomunicaciones, convertido en ley desde hace dos años, comenzó a tener efecto, al citar que las ganancias de América Móvil cayeron 24 por ciento en 2015 y casi 44 por ciento en el primer semestre de este año.

“Lo que más ha cambiado y es más importante aquí son las autoridades y su actitud hacia su imperio”, explicó a The New York Times Ernesto Piedras, director general de Competitive Intelligence Unit, empresa consultora y de investigación.

“Es la primera vez que Slim no tiene una copia de todas las llaves”, señala.

El rotativo explica que aun así, los cambios han hecho poca mella en la porción de mercado que pertenece a Slim, quien retiene casi 70 por ciento del mercado de telefonía móvil y cerca de 65 por ciento en telefonía fija.

Por primera vez, Slim enfrenta una competencia real pues este año las autoridades mexicanas determinarán si las nuevas medidas son suficientes para restringir el dominio del empresario; sin embargo, él se ha anticipado a la regulación del sector de comunicaciones y ha ingresado en otros sectores, como el de energía.