El político de 59 años de edad, 41 de ellos como militante del Revolucionario Institucional, Díaz-Thomé presentó su registro a la dirigencia de dicho partido.

Acompañado de una dura crítica contra la dirigencia que, a su juicio, secuestró el partido desde 2007, el aspirante informó que existe “otro PRI”.

Desde 2007, fecha en que Beatriz Paredes fue elegida dirigente del partido en competencia con Enrique Jackson, todos los dirigentes de la agrupación política han sido dirigidos mediante presuntos acuerdos internos, señaló.

El ex diputado acusó que se simulan procesos internos para elegir dirigentes del partido, mismos que son utilizados por la cúpula para designar presidentes “de unidad”. Esta cúpula es la responsable del fracaso en las elecciones del pasado 5 de junio, opinó.

"Este Proyecto que yo represento proclama que ni el Partido ni las instituciones deben ser secuestrados por una élite para beneficio de sus dirigentes ni de sus familias”, señaló en un largo documento de 7 páginas.

"Eso es, en términos llanos, la privatización de una entidad de interés público; por lo tanto, desde mi perspectiva, el PRI se debe comprometer a no permitir más esta clase de excesos", opinó el político en texto dirigido a la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI. 

Díaz Thomé criticó que se intente poner “cómplices o lacayos” al frente de la dirigencia del partido.

"Siendo el PRI uno más de los contrapesos al poder y una instancia que le imponga límites y lo convoque a él, a su equipo de trabajo y a los gobernantes surgidos de nuestras filas, a cumplir con prácticas de rendición de cuentas y de diálogo entre correligionarios. 

"El ejercicio de imponer cómplices o lacayos al frente del PRI sólo debilita la organización y acaba por no servirle a nadie", concluyó.

Con información de Reforma