México.- La venta de armas de Estados Unidos a México, sumado a una falta de control sobre su uso, repercute en un aumento de las violaciones de derechos humanos en el país, considera una asociación religiosa estadounidense.

La American Friends Service Committee (AFSC), afiliada a la Sociedad Religiosa de Amigos (conocida como los cuáqueros o amigos), considera que la violación de derechos y el incremento de homicidios en México es responsabilidad de Estados Unidos por la venta “de gobierno a gobierno”.

“Estados Unidos no debe de estar armando un gobierno que tiene tanto violaciones como infiltración del crimen organizado”, dijo John Lindsay-Poland, coordinador de Paz de la organización.

En entrevista con la agencia EFE, la organización indicó que tras una visita a México por 15 días corroboraron la relación que existe entre la ayuda militar y la compra de armas desde Estados Unidos a México y el incremento del crimen.

Durante su visita a México, la organización acudió a la Normal Rural de Ayotzinapa así como a otros puntos en el estado de Guerrero. Ahí comprobaron que hay “poca transparencia sobre el fin de las armas” y “el equipo vendido por la cooperación militar de Estados Unidos”.

“Pudimos ver, por ejemplo, que los policías municipales de Iguala tenían en su armamento armas de Colt’s”, subrayó.

De acuerdo con la organización, junto a la venta de armas viene un “mensaje político”; el comercio va de la mano de una “cooperación íntima” con el vecino del norte.

Tras una reunión con la Embajada de Estados Unidos en México, varios funcionarios rechazaron “la idea de que deben monitorear el impacto, especialmente en derechos humanos, de cualquier asistencia de Estados Unidos a México”.

Esta irresponsabilidad aplica por ejemplo a la oferta de EU para entrenar a 3 mil 500 policías, donde no se cercioran de que la aplicación del aprendizaje sea el adecuado. “Nos dijeron que no tenían capacidad de investigar todas las unidades que están entrenando”, indicó Kathryn Johnson, coordinadora de Impacto de Políticas.

Según ambos especialistas, para Estados Unidos “es muy difícil aceptar” que la asistencia pueda tener efectos perjudiciales y en un país como México, donde falta “voluntad política para depurar fuerzas militares y civiles”, la asistencia estadounidense puede tener “un impacto negativo e inaceptable”.

En la última década, según cifras oficiales han muerto más de 150 mil personas y 27 mil se encuentra desaparecidas. 

Con información de EFE