México.- A la empresa América Móvil, que pertenece a magnate Carlos Slim, le fueron vendidos, por un monto de 35 millones 420 mil dólares, los derechos de transmitir películas, pero al parecer se evadió al fisco en la acción.

Así lo da a conocer Aristegui Noticias, quien señala que fueron Ismael Rodríguez Vega y Roberto Rodríguez Enríquez, herederos de los derechos de transmisión sobre 253 películas, algunas de ellas pertenecientes a la Época de Oro del Cine Mexicano, quienes realizaron la venta y no pagaron el impuesto.

El portal dice que según información obtenida dentro de la investigación periodística internacional Panama Papers, en el negocio intervinieron el despacho de abogados Doporto & Asociados que representaron a los hermanos Rodríguez Ruelas, y Mossack Fonseca.

Esta firma se encargó de crear una estrategia que pasó por fideicomisos en Nueva Zelanda, empresas en Ámsterdam y en las Islas Vírgenes Británicas –uno de los paraísos fiscales caribeños-.

Televisa tuvo los derechos por décadas, pero se dio un desacuerdo cuando los herederos de los hermanos Rodríguez Ruelas intentaron renovar su contrato con la empresa propiedad de Emilio Azcárraga Jean.

Sebastián Barragán y Karlijn Kuijpers destacan en su nota que como claves de la transacción, en diciembre del 2014, los herederos entregaron por 500 mil dólares los derechos de esas cintas a una empresa holandesa llamada Movie Capitals, la cual existe solo en el papel, que creó el despacho Infintax en Ámsterdam.

Y en mayo del 2015, los mismos derechos se vendieron a la compañía América Móvil en 35 millones 420 mil dólares; es decir, 70 veces el valor que se asignó en la primera operación.

Los hermanos Rodríguez Ruelas tuvieron ganancias reales que cayeron en una red de fideicomisos en Nueva Zelanda, empresas en Holanda y las Islas Vírgenes Británicas.

Pero, “seguir el rastro de los herederos mexicanos no es tarea fácil gracias al blindaje construido por Doporto, Infintax y la firma panameña especializada en crear empresas fantasma, Mossack Fonseca”, señala el texto.

Aristegui destaca que en Nueva Zelanda, Mossack Fonseca recurrió a uno de sus ejecutivos más experimentados, Daniel León, para abrir dos fideicomisos: Petrus y Potros. En los dos, los herederos de algunas de las joyas de la cinematografía mexicana aparecen como beneficiarios.

“Los fideicomisos se fundaron sin depósitos de efectivo, pero a cambio tendrían control sobre dos empresas holandesas llamadas Meredith y Motura, cuyos directivos son empleados de Mossack Fonseca”, indica el portal.

En el lote de 253 películas destacan títulos como “Píntame angelitos negros”, “Ay Jalisco no te rajes”, “Los Tres García”. Además, figuran las películas del Santo, el enmascarado de plata, y títulos como “El Gato con Botas”, “Rubí” y “Caperucita Roja”.

El material se quedó a nombre de las empresas Películas Rodríguez y Cinematográfica Rodríguez, que a su vez tenían como representantes a los primos Ismael Rodríguez Vega y Roberto Rodríguez Enríquez, hijos de Ismael y Roberto.

El abogado Bernardo Jaskille dijo a Daniel León, el titular de Mossack Fonseca en Nueva Zelanda, que los fideicomisos servirían para “romper el vínculo de control que marca la legislación mexicana en su código fiscal”.