México.- José Luis Abarca Velázquez, exalcalde de Iguala, Guerrero, recibía de manera constantemente en su oficina a Gildardo López Astudillo, mejor conocido como 'El Gil', para cerrar acuerdos criminales con Guerreros Unidos y a quien pedía favores para evitar las protestas en su contra.

Raúl Núñez Salgado, 'El Campera' y quien era operador financiero de GU, declara que pagaba 600 mil pesos mensuales a Francisco Salgado Valladares, subsecretario de Seguridad municipal para la nómina de policías, bomberos y rescatistas que eran 'halcones' de la organización criminal de Guerreros Unidos, según consta en una averiguación previa de la Procuraduría General de la República (PGR).

El líder máximo de GU Sidronio Casarrubias, afirmó que al integrarse al cártel, se enteró de que uno de los líderes que más dinero aportaba a la organización era el otrora alcalde, quien daba 300 millones de pesos por intermedio de 'Gil', quien acordaba los acuerdos con los presidentes municipales.

Casarrubias afirma que podría reocnocer a Abarca y a su primo, Felipe Flores Vázquez con quienes se arreglaban gracias a María de los Ángeles Pineda Villa, exprimera esposa municipal y quien mantiene la organización:

De acuerdo con la declaración ante el Ministerio Público de un policía, el ahora prófugo Felipe Flores se dedicaba al "tráfico de drogas, secuestro y homicidios?.

Dos días antes de los hechos en Iguala, el que fuera procurador de Guerrero, Iñaki Blanco, preguntó a un funcionario de la PGR acerca de la coautoría en el secuestro y asesinato del activista Arturo Hernández Cardona por parte de José Luis Abarca en colusión con elcártel de los Beltrán Leyva, sin embargo, el funcionario respondió que de momento estaban buscando fortalecer la imputación con la declaración de un testigo protegido.

El procurador insistió, pero el funcionario de la Unidad Especial en Investigación de Delitos por Secuestro le aseguró que para ese mismo mes tendría que estar listo el trámite. La implicación no es casual, pues de la escisión de los Beltrán surgieron Guerreros Unidos y Los Rojos, quienes hasta la fecha continúan disputándose el mercado de droga en el municipio.

El 26 de septiembre, se corroboró el vínculo de Abarca con Guerreros Unidos de la manera más trágica: la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

Blanco niega en la declaración las imputaciones de recepción de 300 mil dólares para permitir la libre operación de Los Rojos, versión que se confirma con la investigación que había emprendido contra el exalcalde de Iguala por su vinculación con el narco.

Su rechazo contrasta con los señalamientos de Casarrubias, quien declaró que una de las personas que siempre había estado vinculada con la delincuencia organizada, era precisamente Iñaki Blanco, quien junto a el secretario de Seguridad Pública estatal, Leonardo Octavio Vázquez, recibía 300 mil dólares por apoyar a Los Rojos y permitir la ocupación de la plaza.

Con información de El Economista y La Jornada