México - El destacado historiador Froylán Enciso provee en 'Nuestra historia narcótica' las claves definitivas para entender las conexiones globales entre el narco, la política mexicana y sus efectos.

Enciso, nacido en 1981 en Mazatlán y detenido en la misma ciudad por Joaquín Guzmán Loera, 33 años más tarde, está presentando una investigación en la que desarrolla el antiquísimo hilo del prohibicionismo en México con una excepción que él destaca como punto de reflexión para el presente: los meses de 1940 en que México legalizó la droga.

Hoy El Chapo está prófugo de la justicia y Enciso, libre se atreve a explicar el fenómeno de la droga, sus avatares de prohibición y hasta su legalización en México. ¿Qué es lo que Enciso tiene para contarnos? Aquí algunos de los extractos más representativos, de la entrevista que el historiador concedió al periódico español EL País, sobre de su libro 'Nuestra historia narcótica'.

?A principios del siglo XX una facción de la Revolución mexicana impulsó la prohibición, pero más adelante médicos del Gobierno argumentaron que la represión de las drogas generaba más problemas que su tratamiento como asunto de salubridad pública, y el presidente Lázaro Cárdenas decidió legalizarlas. La heroína y la morfina se empezaron a distribuir en dispensarios médicos y con respecto al consumo de marihuana y cocaína hubo una actitud de despenalización. Pero Estados Unidos amenazó con retirarle el suministro de medicinas a México y Cárdenas tuvo que dar marcha atrás?

?La tragedia de México, que ha despenalizado la posesión de dosis mínimas, es la esquizofrenia de Estados Unidos, que en su territorio está avanzando hacia la legalización, sobre todo la de marihuana para fines médicos y recreativos, y fuera de su país sigue promoviendo la guerra contra las drogas?

Para cambiar esta condición, ?Una posibilidad sería que se sumen suficientes países a una vía multilateral de presión para desmantelar el régimen global de prohibición. En 2016 habrá una oportunidad con la reunión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas. Algunos de los que han propuesto esa reunión son México, Colombia, Uruguay, Bolivia y Guatemala, con el propio Otto Pérez Molina antes de ser derrocado.

Me preocupan las comunidades productoras, que están completamente abandonadas por el Gobierno y a las que nunca ha llegado la riqueza mitológica del narco. El municipio del Chapo sigue siendo uno de los más pobres de Sinaloa. Tanto él como el Estado han fracasado en dar opciones de vida y servicios básicos a la gente de la sierra, y ocurre lo mismo en otras partes del país donde se malvive de los cultivos.

 Con información de EL País