Sinaloa.- Las autoridades federales han calificado la fuga de Joaquín Guzmán Loera del penal de El Altiplano como un suceso increíble, por vulnerar las medidas de seguridad de un penal federal con planeación y tecnología avanzada.

Sin embargo, el 26 de mayo de 2014, el Cártel de Sinaloa había ensayado ya la fuga de uno de sus operadores del penal de máxima seguridad de Culiacán, a través de un túnel excavado a 10 metros de profundidad, con una extensión de 400 metros y que desembocaba en un predio de obra negra.

Es decir, que la organización delictiva repitió el mismo modus operandi en la fuga de "El Chapo", pero sólo aumentó la extensión del pasadizo, pues el túnel que sacó a Guzmán Loera de su celda alcanzó los mil 500 metros.

Adelmo Niebla González fue detenido en septiembre de 2012 y presentado en la Ciudad de México por la secretaría de Seguridad Pública federal. Era acusado de operar el trasiego de drogas en los estados de Sonora, Baja California, Durango y Sinaloa. 

Tras ser trasladado al penal de máxima seguridad de Culiacán, Niebla González ocupó un espacio dentro uno de los módulos destinados a los reclusos de mayor peligrosidad: el módulo 5. 

Al día siguiente de la fuga, los peritos de la PGR encontraron la entrada al túnel, en el módulo 5 del penal, justo atrás de la carraca de Adelmo Niebla, donde había construido una pequeña palapa.

Junto con Niebla escaparon Ramón Ruiz Ojeda, El Monchi, y Adrián Campos Hernández. La mayoría de los reos del penal de máxima seguridad de Culiacán están relacionados con el Cártel de Sinaloa. Desde el 2004 se han hallado al menos 5 construcciones de ese tipo en ese centro penitenciario. 

El túnel de Adelmo Niebla y su jefe, Joaquín Guzmán, contaban con instalaciones eléctricas, cableado y ventilación. 

Con información de Río Doce y La Razón