Ciudad de México.- Luego de recorrer más de 760 kilómetros, los participantes del Víacrucis migrante, que partieron a píe desde el Albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca, acudieron a la Basílica de Guadalupe para pedir a la Virgen de Guadalupe un cambio en la política migrados, además pidieron por los migrantes fallecidos y desaparecidos en territorio nacional.

En breve entrevista antes de participar en la misa, en el recinto católico, el sacerdote y defensor de migrantes Alejandro Solalinde denunció que durante el operativo implementado por la Policía Federal en el municipio de Juchitan, para impedir el avance del periplo, varios migrantes resultaron lesionados.

Por estos hechos, el sacerdote presento ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, (CNDH) 138 quejas contra el Instituto Nacional de Migración, y 30 denuncias penales.

Durante su discurso demandó además respeto para los migrantes y para la labor de las organizaciones comprometidas con esta causa.

El periplo avanzo entre consigna por la Calzada Guadalupe para hacer su arribo por la Puerta Mariana. Ya en el iglesia, el Vicerrector de la Basílica, Carlos Ruiz y Alvarado dio la bienvenida a los casi 300 migrantes. 

?La bendición para ustedes hermanos migrantes y logren su objetivo que encuentren el camino personas solidarias y que lleguen con fuerza para cumplir su mandato, No se dejen robar la esperanza? expresó el prelado.

Despues, Solalinde y los migrantes recibieron la comunión, al finalizar el acto, los migrantes, partieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).