México.- Una de las características por las que será recordado el gobierno de Felipe Calderón es la violación a los derechos humanos, pues en este saliente sexenio aumentaron 500% los casos de tortura y crecieron de forma exponencial las desapariciones forzadas y las detenciones arbitrarias. 

Así lo advirtió ante senadores Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)

Y es que subrayó que del 1 de enero de 2005 al 31 de julio de este año, el organismo recibió 5 mil 568 quejas en las que se imputó a la autoridad el incumplimiento de algunas de las formalidades para la emisión de órdenes de cateo o durante la ejecución de éstas, así como para las visitas domiciliarias. 

El ombudsman nacional se reunió con integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, ante quienes consideró que deben erradicarse de inmediato los cateos ilegales, al tiempo que urgió a las autoridades responsables a que se sometan al imperio de la ley, “sean garantes de la observancia del debido proceso y del respeto a los derechos de libertad, intimidad, privacidad e inviolabilidad del domicilio”. 

Plascencia dijo que investigan 2 mil 126 casos de desapariciones forzadas y se tiene registro de 24 mil 91 personas reportadas como extraviadas o no localizables y en los últimos cinco años se emitieron 12 recomendaciones por estos hechos

Relató que otra “práctica recurrente que realizan los diversos cuerpos de seguridad pública son las detenciones arbitrarias”, pues de 2005 a la fecha, la CNDH recibió más de 9 mil quejas en torno a dicha problemática, lo que significa un incrementó de 121% en dicho periodo, que “nos da una idea clara de la dimensión del problema”. 

En tanto, “otra de las prácticas que más lastiman a la sociedad y a las instituciones del Estado mexicano es la privación de la vida de una persona de forma injustificada, particularmente cuando ésta queda en la impunidad. La CNDH cuenta con un registro de 46 mil 15 ejecutados; 15 mil 921 cuerpos no identificados y mil 421 inhumados en fosas clandestinas. Sólo de 2005 a la fecha se han emitido 45 recomendaciones” por este tipo de situaciones, expuso. 

El presidente de la CNDH lamentó que en algún momento de la historia del país parecía que podrían ser erradicadas la tortura, desaparición forzada, tratos crueles o degradantes, pero “en los últimos años crecieron de forma exponencial, al grado de convertirse en uno de los principales retos de la justicia”. 

Plascencia dimensionó el problema: en 2005 la CNDH recibió sólo una queja por tortura, y para 2011 la cifra, conjuntamente con los tratos crueles, inhumanos y degradantes, ascendió a 2 mil 40. 

Consideró que la seguridad pública es un tema que requiere ser atendido “con la mayor urgencia”, pues en los últimos seis años creció de manera considerable el número de víctimas de la violencia y de quienes han sufrido diversos agravios por actos y omisiones a cargo de diversos servidores públicos. 

En este contexto, el ombusman nacional solicitó a los senadores que llamen a comparecer al titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, para que explique los casos de tortura y desapariciones forzadas. 

“Varias veces hablé con el presidente y le hice saber la tendencia que se venía dando en materia de violaciones a derechos humanos, pero tal parece que los funcionarios no hacían caso; aquí vemos al secretario de Seguridad Pública que no le hace caso ni al Senado”, dijo en entrevista al final de su exposición. 

Para el defensor de los derechos humanos, la única vía segura para combatir el delito es con elementos del orden que sean profesionales en el más amplio sentido, y regidos bajo estrictos estándares de honestidad, rectitud y ética. 

Inexperiencia y tragedia  

Ayer le dábamos a conocer en SDPnoticias que Andrés Manuel López Obrador definió la administración calderonista como “inexperiencia y tragedia”. 

El político tabasqueño consideró que el sexenio saliente se caracterizó por la pérdida de vidas que se pudo haber evitado. 

Andrés Menuel externó que la estrategia anticrimen que instrumentó Calderón falló porque se pensó en la fuerza y no buscando resolver las necesidades que tienen los pobres y combatir de fondo la corrupción. 

 

Con información de La Jornada