México.- Ha ido en aumento el repudio contra la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, por lo que ayer una corriente disidente de ese gremio arrancó una caravana nacional con el objetivo de rescatar dicha organización magisterial y la escuela pública. 

Encabezada por Artemio Ortiz Hurtado, del Comité Ejecutivo Nacional Democrático, la caravana partió del Zócalo capitalino con destino a Puerto Nuevo, Rosarito, Baja California, a donde planean arribar el 16 de octubre para intentar romper el Sexto Congreso Nacional del SNTE, que se realizará del 18 al 21 del mismo mes. 

El Zócalo capitalino, los participantes, entre ellos del movimiento # YoSoy132, Alianza de Tranviarios, Unión de Juristas, Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, Instituto Nacional de Bellas Artes, Colegio de México, académicos de la Universidad Autónoma Chapingo, también se pronunciaron en contra de la Reforma Laboral, la privatización del petróleo y la imposición del IVA en alimentos y medicamentos. 

“Es tiempo de terminar con el imperio de Elba Esther Gordillo y poner fin a su impunidad y cacicazgo en el SNTE”, apuntó Ortiz Hurtado, durante el arranque de la movilización. 

Asimismo, destacó que dicho sindicato debe recuperarse como organización que luche por los derechos de los trabajadores, el pueblo y la nación. 

La caravana, que recorrerá 3 mil kilómetros y cruzará varios estados, se integrarán maestros de Michoacán, Jalisco, Sonora y Baja California, detalló Ortiz Hurtado. 

El diario Reforma destaca que este reclamo se suma a las voces de organizaciones civiles y empresariales, especialistas y maestros disidentes que demandan al Presidente electo, Enrique Peña Nieto, no pactar con el SNTE la política educativa y transformar a fondo el sistema de la educación en México. 

"No funcionó el pacto entre la SEP y el SNTE, y la crítica es porque, objetivamente, no funcionó la Alianza por la Calidad de la Educación, pero al SNTE sí le permitió ganar recursos. 

"Los estímulos para los maestros fue lo primero que se puso en marcha (...) pero con eso no se elevó la calidad (educativa)", dijo Pedro Flores, investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana.