México.- El fiscal general Luis Ángel Bravo Contreras considera que el doble asesinato de los sacerdotes en Poza Rica no tiene vínculos con el crimen organizado, sino de una riña derivada del consumo de alcohol.

De acuerdo con Bravo Contreras, las víctimas, un sacristán y un cura, conocían a sus asesinos y estaban conviviendo con ellos e ingiriendo licor.

El ambiente se descompuso y tornó violento tras una discusión por 5 mil pesos, según la Fiscalía General, por lo cual además del asesinato los cinco agresores se llevaron el dinero de las limosnas y dos vehículos, uno de los cuales ya fue encontrado.

Bravo acotó que el cura recibió nueve balazos y el sacristán sólo uno, además descartó participación de la delincuencia organizada.

Con información de Formato Siete y Blog Expediente