México.- La reportera Anabel Flores Salazar no vivía con riqueza como ha trascendido en algunos medios de comunicación en Veracruz.

La colaborada de la sección policiaca del diario El Sol de Orizaba, fue secuestrada de su domicilio el pasado lunes y su cuerpo sin vida apareció días después en una carretera hacia Puebla.

No vivía con riqueza y sus notas no tenían relación con el narcotráfico o el crimen organizado se aseguró en el espacio noticioso de Ciro Gómez Leyva, en Por la Mañana.

Incluso, Flores Salazar tuvo que pedir prestado para su parto, según la investigación hecha por Miriam Moreno, quien destaca que se buscó si había notas de delincuencia organizada o alguna que la pusieran en riesgo en donde ella descubriera alguna red vinculada con el crimen o algo por el estilo y no se encontró nada.

Dijo que solo se constató que hacía el trabajo del día a día, con información policiaca.

Cabe destacar que llamó la atención lo publicado por el periódico El Buen Tono, su empleador anterior que en una editorial descalifica a la reportera y asegura que hay una investigación por parte de las autoridades y la relaciona con un delincuente.

El diario afirmaba que tenía una camioneta que no obedecía con los seis mil pesos que ella ganaba mensualmente.

Fuerte resguardo policiaco en cortejo fúnebre

Todos los elementos policiacos que Anabel hubiera querido que impidieran que la sacaran de su casa el lunes pasado estuvieron presentes en su cortejo fúnebre.

A la carroza la escoltaron cuatro motopatrulleros liberando el tráfico; una patrulla de la policía municipal y cinco patrullas se intercalan con los vehículos de los deudos.

A las 8:30 horas el cortejo fúnebre salió de la funeraria Soaicc, con dirección a la iglesia de Santa Gertrudis, donde sus familiares le dieron el último adiós.

De acuerdo con La Jornada, entre los presentes en el cortejo fúnebre se encontraba uno de sus jefes en el periódico El Sol de Orizaba.

Visiblemente afligido, relató que tuvo una ultima comunicación con ella el domingo a las 18 horas, cuando le llamó para reportarle un ejecutado en el bar El Opus, y para las 6 horas del lunes ya tenía el reporte de que había sido sustraída por un grupo armado.